El Gobierno de Italia ha otorgado la nacionalidad al bebé británico Alfie Evans, con una enfermedad cerebral degenerativa sin cura, y a quien la justicia de su país ha desconectado del soporte artificial que le mantenía vivo.
El Ejecutivo italiano espera así que "ser ciudadano italiano permita al niño la transferencia inmediata a Italia", según recoge un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El Tribunal Supremo del Reino Unido denegó a los padres de Evans, de 23 meses de edad y tratado actualmente en el hospital Halder Hey de Liverpool (Inglaterra), el derecho a apelar la decisión judicial, que estipulaba poner fin al tratamiento que recibe el bebé y acabar así con su vida.
Un avión con equipo médico preparado
Italia tiene preparado un avión con un equipo médico para en cualquier momento volar hasta Liverpool, en Reino Unido, para trasladar a Roma al bebé británico.
El niño fue desconectado este lunes de las máquinas y respira por sus propios medios, según ha confesado su padre, Tom Evans. "Alfie lleva respirando nueve horas y no está sufriendo", ha anunciado su progenitor.
Aunque los profesionales habían advertido de que el bebé no sobreviviría más de unos minutos sin la asistencia artificial, el pequeño lleva nueve horas respirando, algo que, según adelantó su padre, ha dejado a los médicos "boquiabiertos".
Agua y oxígeno para Alfie
Tom Evans explicó que, después de una "larga conversación" de 40 minutos con los especialistas, consiguió convencerles para que accedieran a "darle agua y oxigenar su cuerpo" al ver que, seis horas después de desenchufarle, Alfie seguía con vida.
"Me sentí bendecido cuando confirmaron que iban a darle su agua y oxígeno", afirmó su padre, que adelantó que "las próximas horas van a ser difíciles" y rogó que proporcionen a su hijo "algún soporte vital".
El Tribunal Europeo rechazó el caso
Pese a que los magistrados británicos reconocieron que se trata de un caso "desesperadamente triste" subrayaron asimismo en su escrito judicial que "no hay esperanza" de que Evans "vaya a mejorar nunca".
También el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (Francia) rechazó revisar el caso el pasado viernes.
Unas 200 personas protestaron el lunes contra la anunciada desconexión del bebé, a las puertas del Hospital Alder Hey Children's en Liverpool. Los manifestantes, conocidos como el "Ejército de Alfie" (Alfie's Army, en inglés), bloquearon durante 15 minutos la carretera de acceso al hospital y, posteriormente, trataron de entrar en el centro sanitario, aunque la policía les impidió el paso.
Los padres del niño, Tom Evans, de 21 años, y Kate James, de 20, han expresado en reiteradas ocasiones su deseo de trasladarle a Roma a su hijo con el objetivo de que siga recibiendo tratamiento en el hospital Bambino Gesù, gestionado por el Vaticano y dispuesto a acogerlo.
Este lunes se desplazó al hospital la presidenta de ese hospital pediátrico, Mariella Enoc, para tratar de hablar con las autoridades del centro, algo que finalmente no ha sido posible, según informa la Santa Sede.
Reunión con el Papa Francisco
El Papa Francisco se reunió en privado el pasado miércoles con el padre del niño, Thomas Evans, y abogó posteriormente en la audiencia general por la protección de la vida del bebé.
Ya lo había hecho también el pasado 4 de abril a través de su cuenta de la red social Twitter con un mensaje en el que manifestó su deseo "de todo corazón que se haga todo lo necesario para seguir acompañando compasivamente al pequeño Alfie Evans y que el profundo sufrimiento de sus padres sea escuchado".
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