La satisfacción de los usuarios con respecto al
Sistema Nacional de Salud (SNS) ha caído paulatinamente desde la pandemia del
Covid-19
hasta alcanzar su valor más bajo desde 2011 (en concreto, de 6,27 puntos sobre diez, según uno de los últimos Barómetros sanitarios). Parte de la culpa la tienen las crecientes
listas de espera, cuyo abordaje, según indican desde el ámbito jurídico de la salud, precisa de respuestas ‘holísticas’. En concreto, en el 30 Congreso Nacional de Derecho Sanitario se han apuntado a cuatro conceptos: nuevos esfuerzos en prevención y detección precoz de enfermedades, promoción de hábitos saludables, modernización de recursos y la garantía de una “coexistencia eficaz” de colaboración público-privada.
Este es el análisis que ha realizado
Eduardo Rodríguez, enfermero de Atención Primaria, durante la presentación de su trabajo de fin de máster de Derecho Sanitario en el marco de este
30 Congreso Nacional de Derecho Sanitario organizado por la
Asociación Española de Derecho Sanitario (AEDS), en la que ha abordado las debilidades del Sistema Nacional de Salud (SNS) para hacer frente a la creciente demanda de asistencia. Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad,
en España pasan una media de 121 días antes de que un paciente sea llamado a quirófano, un 8 por ciento más en 2023. El volumen de pacientes en espera, que se eleva a 848.340, también ha crecido en el balance interanual: un 3,4 por ciento.
“La creciente espera para recibir asistencia sanitaria, así como el avance global de las enfermedades crónicas en todo el mundo, suponen un verdadero desafío no solo para la salud pública, sino también para la autosuficiencia y la sostenibilidad del sistema”, ha destacado Rodríguez, quien ha hecho hincapié en que en Atención Primaria solo el
9,1 por ciento de los pacientes son atendidos en el mismo día. Es decir, que siete de cada diez tiene que regresar a consulta para recibir asistencia.
"El SNS actual no es sostenible"
En este sentido, el joven ha subrayado que la ‘respuesta’ a las largas listas de espera en España debe ahondar, en primer lugar, en el refuerzo de la
Atención Primaria (así como la
telemedicina), tanto a nivel económico como humano. “La situación actual del SNS no es sostenible porque predomina un enfoque curativo de las terapias clínicas, y un 65 por ciento del gasto del PIB se destina a la Atención Especializada”, ha explicado.
Es decir, que se invierten muchos más recursos y personal “en tratamientos especializados mucho más costosos” en lugar de ahondar en las patologías “prevenibles”. “Los pacientes crónicos, en particular, necesitan de un seguimiento, de un
control constante que se puede prolongar incluso en años de atención. Esto supone un coste cada vez más insoportable para los sistemas de salud, especialmente de financiación fundamentalmente pública”, sostiene.
"Coexistencia eficaz" de sanidad pública y privada
Por otro lado, Rodríguez ha señalado a una
“coexistencia ineficaz de la sanidad pública y la privada”. “En España se aprovechan poco los recursos de la sanidad privada -ha incidido-. En otros sistemas está última ha conseguido paliar la espera para recibir asistencia, y eso aquí no pasa”.
Modernizar “los
recursos técnicos y tecnológicos” y poner el foco sobre la promoción de la salud constituyen otras vías para desatascar el SNS y reducir las muertes prematuras. “La clave no es gastar más, sino gastar mejor”, ha concluido.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.