Ricardo Martínez Platel. Madrid
El Tribunal Supremo ha desestimado un recurso de casación interpuesto por una paciente, que reclamaba un error y retraso de diagnóstico, contra una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. La mujer, aquejada de obesidad mórbida, acudió al Servicio de Urgencias de un hospital madrileño donde se le diagnosticó “presunción de tendinitis versus contractura”.
Varios meses después la paciente acudió de nuevo al hospital y se le detecta 'Síndrome de cola de caballo'. Es en este diagnóstico donde la mujer entiende que existió un error, ya que con posterioridad se evidenció que padecía síndrome de 'Leriche'.
La mujer quedó ingresada en el centro para realizarle una resonancia magnética de la zona lumbosacra, que no se puedo hacer por las particulares condiciones de peso de la paciente, por lo que se le hizo un TAC. Según el informe pericial, en ese momento el diagnóstico era compatible con el “síndrome de cola de caballo”, por la sintomatología y las pruebas realizadas, ya que no se había detectado alteración en los esfínteres. Días después se le realizó un ecodoppler que muestra la obstrucción completa de poplítea derecha con alteración del flujo en ilíacas y aorta y se sospecha de la existencia del síndrome de 'Leriche', que se confirma con la realización de un TAC, por lo que se avisa al Servicio de Cirugía Cardiovascular y se obra conforme a los nuevos hallazgos patológicos detectados.
La sentencia señala que no cabe hablar de mala praxis médica, ni de error o retraso en el diagnóstico, ya que cuando la enferma acudió por última vez a urgencias no refería ningún dolor tipo claudicación intermitente y no había ningún dato que hiciese pensar que la paciente tuviese una trombosis distal de aorta.
En este sentido, el informe del inspector médico indica como conclusión que “no pudo llegarse antes al diagnóstico correcto de la enfermedad (síndrome de Leriche) porque los síntomas y la exploración no eran claros y la paciente presentaba una anomalía del canal raquídeo que fue estudiado y enmascaró el verdadero diagnóstico, ya que en principio se consideró la causa de todo, además de las dificultades para la realización de la resonancia magnética.