Nueve de cada diez médicos de Urgencias reconoce
tener miedo a que su paciente le demande judicialmente ante un
error, lo que en muchos casos le lleva a realizar una
Medicina defensiva. Esta es una de las principales conclusiones del
estudio sobre práctica médica en Servicios de Urgencias Hospitalarios, presentado este martes, y que tiene como objetivo valorar cómo repercuten en los profesionales médicos que desarrollan su actividad profesional en dichos servicios.
El 87% de los médicos de Urgencias reconocen no poseer conocimiento médico-legal suficiente para afrontar una denuncia
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El informe, elaborado por la Organización Médica Colegial (OMC), la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), y la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), detecta que
la presión judicial sobre los médicos ha aumentado en los últimos años, debido al incremento de las demandas de los pacientes.
En este sentido,
el 91,3 por ciento de los profesionales reconocen que esta presión judicial ha aumentado "claramente", mientras que el 88,7 por cierto afirma ver su práctica médica condicionada por el temor a que el paciente les denuncie.
Respuesta muy parecida se obtuvo en la encuesta cuando se preguntó sobre la opinión al respecto de si se realizan pruebas diagnósticas en los servicios de urgencias
"de utilidad dudosa, por prevención ante posibles problemas legales con los pacientes". Cerca del 90 por ciento consideró que viene practicándose Medicina defensiva, es decir, la solicitud de pruebas complementarias que no poseen interés en el diagnóstico para prevenir ante futuras denuncias.
Medicina defensiva
Andreu Segura, coautor del estudio, explica que en este caso "prevenir puede ser peor para el paciente, dado que la medicina defensiva consiste en tomar decisiones que no tienen como objetivo principal el beneficio del paciente".
Además, prosigue Segura, la solicitud en exceso de pruebas diagnósticas sin sentido "genera consecuencias directas sobre el funcionamiento de los servicios, al recargar las esperas hospitalarias".
Por su parte, el presidente de la
Organización Médica Colegial (OMC), Serafín Romero, señala la necesidad de establecer "de una vez por todas por parte de las autoridades un baremo de daño sanitario" porque "serviría de paliativo a la medicina defensiva".
Precisamente, el 88 por ciento de los médicos de Urgencias asegura que la protección que reciben por parte de las estructuras hospitalarias o sanitarias es poca o nada. De ahí, evidencia Romero, la necesidad de
"sacar adelante un baremo sanitario".
La dirección del hospital tampoco sale bien parada al ser preguntada sobre su papel ante un conflicto entre médico y paciente. Casi el 80 por ciento de los consultados responde que el respaldo de la dirección del centro es poca o nula.
Falta de conocimientos jurídicos
Sebastián Martínez, presidente del Colegio de Médicos de Zamora y coautor del estudio, reclama más formación jurídica para los médicos de cara a actuar con conciencia ante supuestos casos de negligencia. En su opinión, "la formación es imprescindible y evitaría muchos problemas entre el médico y el paciente".
Y es que según la encuesta, un 87 por ciento de los facultativos de esta área reconocen no poseer conocimiento médico-legal suficiente para afrontar este tipo de situaciones. En base a todo ello, se viene a demandar de forma mayoritaria (96 por ciento)
la formación médico-legal en esta materia.
Beatriz González López-Valcárcel, presidenta saliente de Sespas; Serafín Romero, presidente de la OMC; Sebastián Martínez, presidente del Colegio de Médicos de Zamora y coautor del estudio; y Andreu Segura, coautor del estudio, durante la presentación del informe.
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