El pasado 5 de octubre, un juez de Granada ha condenado por un
delito de intrusismo a una mujer por haber quedado probado que "ha
venido realizando actividad profesional remunerada en condición de podóloga en su domicilio
careciendo de la titulación académica exigida para el ejercicio de dicha actividad"; y le ha puesto una
pena de multa.
El Juzgado ha considerado probado que esta persona ejercía la profesión de podología sin encontrarse en posesión de título o licencia que le habilitase para dicha actividad y asimismo que llevaba realizando, al menos, durante el mes de noviembre de 2017. Se trata de
una de las cinco sentencias favorables obtenidas en un año en materia de intrusismo por el
Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía, presidido por Jorge Barnés, y que se suma a las dos dictadas en la provincia de Sevilla, una en Almería y una en Málaga. En los últimos cuatro años se han conseguido 7 sentencias condenatorias en esta materia.
La podología es una profesión regulada para cuyo ejercicio en Andalucía es obligatoria la titulación universitaria de grado
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El Colegio, que interpuso la querella por delito de intrusismo profesional, tipificado en el artículo 403 del Código Penal, se ha mostrado
satisfecho con esta sentencia ya que
persigue esta práctica ilegal de la profesión sanitaria de su competencia, que no sólo
perjudica a los profesionales titulados y colegiados sino también y sobre todo a la ciudadanía al
poner en riesgo la salud de los pacientes, que en casos especialmente serios como el pie diabético puede derivar en
graves complicaciones cuando son tratados por individuos sin titular y que por tanto, no poseen ni dominan las competencias de un podólogo.
La importancia de las pruebas
En este sentido, el jefe de la asesoría jurídica del Colegio de Podólogos, Antonio Sánchez, afirma que
“el 80 por ciento de las denuncias del sector se refiere a prácticas de intrusismo, de las que la mayor parte no son investigadas, si el Colegio no aporta las pruebas, lo que es sumamente difícil para una corporación profesional dadas las circunstancias en que se comete este delito”.
El Colegio Profesional defiende que los podólogos son los únicos profesionales sanitarios especializados en el pie. Tienen la capacidad de
recibir directamente al paciente, diagnosticar, tratar, prescribir medicamentos e intervenir quirúrgicamente: "Poner los pies en manos de personas no tituladas ni capacitadas para el ejercicio reglado de la profesión, es poner en riesgo la salud", sentencia el Colegio.
La Podología es una profesión regulada por la Ley de Ordenación Sanitaria 44/2003 para cuyo ejercicio en Andalucía es
obligatoria la titulación universitaria de grado, que en esta comunidad autónoma imparten las universidades de Málaga y de Sevilla, además de ser miembro del Colegio Profesional de Podólogos correspondiente.
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