La
Audiencia de Barcelona ha confirmado la sentencia del Juzgado Penal número 3 de Sabadell que condena a una dentista de la franquicia de
Vitaldent en Montcada i Reixac y la compañía aseguradora
Mapfre a pagar unos
2,5 millones de euros de indemnización, incluidos los intereses legales, a una paciente de 38 años a la que se le implantó unas prótesis de
cromo-cobalto a pesar de que ella informó “personal, directa y documentalmente” a la acusada de que padecía alergia a los metales.
Según informa
elPeriódico, además del pago de la indemnización de 884.937 más los intereses desde el 2007, cuando ocurrieron los hechos, la
Justicia condena a la facultativa a seis meses de prisión e inhabilitación por un delito de lesiones imprudentes. La pena es menor a la prevista, al aplicarle la atenuante de dilaciones indebidas.
Según la setencia, "la víctima ha tenido que renunciar a ser mujer puesto que no puede mantener relaciones sexuales con su marido"
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Según la sentencia a la que ha tenido acceso el citado medio, la condenada era trabajadora de la clínica, asegurada por Mapfre, franquicia de Vitaldent ubicada en el paseo de Jaume I de Montcada i Reixach. Fue allí donde acudió el 19 de septiembre del 2007 la paciente, de 38 años, con la
intención de solucionar sus problemas bucales.
La mujer, según el tribunal, informó a la acusada de que padecía alergia a los metales. A pesar de ello, la dentista, sin ofrecerle alternativas,
decidió realizarle un tratamiento con prótesis de cromo-cobalto. La condenada, “omitiendo de forma absoluta” dicha información y “con omisión de la mínima diligencia académica y profesional”, no realizó ninguna prueba que permitiera conocer los productos o metales que podía utilizar “para personalizar y adecuar la intervención a la salud de la paciente”. De ahí que procediera a la extracción y reconstrucción de piezas dentales, para, posteriormente,
colocar fundas compuestas por cromo y cobalto.
“Muerta en vida”
La afectada, según cuenta
La Vanguardia, se declaró ante el juez como“muerta en vida” por las lesiones que le provocó la condenada. La afectada
“ha tenido que renunciar a ser mujer puesto que no puede mantener relaciones sexuales con su marido, no puede ser madre y depende en todos los actos de su vida de otras personas, consecuencia de una gran invalidez”, dice la sentencia.
“La afectada ha desarrollado un síndrome químico múltiple: ahora es alérgica a los perfumes, el metal, determinado mobiliario, un enorme abanico de alimentos, el sol... Apenas puede salir a la calle”, denuncia el abogado de la víctima en declaraciones a La Vanguardia.
La sentencia es firme, y contra ella ya no cabe recurso.
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