Redacción. Santiago
El Parlamento ha aprobado por unanimidad la iniciativa legislativa de derechos y garantías de los enfermos terminales, una norma destinada a regular la libertad en el proceso de la muerte aunque no contempla la eutanasia. El PP rechazó el pasado 16 de junio en el pleno del Congreso la toma en consideración de una proposición no de ley del PSOE que pretendía garantizar el respeto absoluto de la voluntad de los enfermos, en la fase terminal, en lo referente a la adopción de las decisiones sanitarias.
En la Cámara de Galicia ha ocurrido lo contrario y se ha debatido el dictamen, así como también las enmiendas de la oposición que seguían vivas tras el último trámite y que de nuevo han vuelto a ser rechazadas por el PP, grupo mayoritario.
La diputada Carmen Acuña, del PSOE, el grupo que impulsó también esta iniciativa en la comunidad, ha celebrado la unanimidad que ha tenido esta ley, máxime cuando su partido, ha recordado, siempre ha luchado por "conseguir ampliar" los derechos y libertades para vivir "y también para morir".
En este sentido, Acuña ha insistido en que con esta ley se pretende dotar a los enfermos terminales de una "muerte digna", una necesidad demandada de forma mayoritaria en la sociedad y que por tanto se ejecuta "escuchando a las personas que trabajan a diario en ese campo".
Con la aprobación de este texto legislativo se asegura que el paciente tenga garantizados los cuidados paliativos, se encuentre "en el hospital que se encuentre y tenga la edad que tenga", y además podrá hacerlo "acompañado" de la familia o de sus amigos, según la opción que precise. Y, además de una ley beneficiosa para los pacientes, Carmen Acuña ha advertido de que se trata de "una ley muy necesaria para los profesionales sanitarios" que en la actualidad "ayudaban a diario a morir de forma digna" pero "desde la clandestinidad" debido al "vacío legal" existente que los ponía en una situación incómoda.
Con la aprobación unánime de la Cámara, Galicia será una de las primeras Comunidades en tener una ley de estas características, ha valorado Acuña. El parlamentario del PPdeG Miguel Santalices ha manifestado su respaldo expreso a puntos contemplados en la ley, como que el "pronóstico de vida" de los pacientes no se remita a cifras concretas como "seis meses" y que en su lugar se utilice la fórmula de "pronóstico de vida limitado".
En la misma línea, también ha apoyado el derecho que establece la ley para que un paciente pueda decidir si desea recibir o no datos sobre su estado. Asimismo, los populares han defendido el uso de la sedación, pero únicamente si su finalidad es aliviar el sufrimiento y "no acortar la vida" y siempre con el consentimiento del paciente.
Una de las líneas rojas marcadas por los populares era, precisamente, la "no contemplación" de la eutanasia.
"Teníamos claro que no íbamos a hablar de eutanasia", ha dicho Santalices, y ha insistido en que tal cuestión para su grupo es considerada como la "inducción al suicidio".
Por eso no tendría cabida "en la propuesta de ley", ha subrayado, y ha mostrado su desacuerdo, igualmente, con el empleo del término "muerte digna", un concepto que ha tildado de "ambiguo". Santalices ha destacado que la aprobación de esta ley promueve la "equidad" que debe estar en cualquier aspecto sanitario pero "especialmente en los cuidados paliativos", ya que se entiende que la medicina tiene "límites" y las enfermedades que no pueden ser erradicadas deben también "tener tratamiento".
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