La lucha legal de los padres de
Charlie Gard por el tratamiento de su bebé gravemente enfermo ha terminado. Tras cinco meses de pugna,
Chris Gard y
Connie Yates han anunciado que retiran su solicitud para recibir terapias experimentales en Estados Unidos porque consideran que ya es "demasiado tarde".
Así, se pone fin a un prolongado caso legal en el que el
Great Ormond Street Hospital aconsejó que el pequeño debería ser desconectado para evitar que sufra más. El juez Francis, se encontraba analizando la petición de la pareja en una audiencia de la división de Familia de la Corte Alta en Londres.
Grant Armstrong, el abogado de los padres de Charlie aseguró a la corte de Londres: "
Para Charlie, es demasiado tarde, el tiempo se ha agotado. El daño muscular es irreversible y el tratamiento ya no podría ser exitoso". Además, ha afirmado que "Charlie ha esperado pacientemente por el tratamiento. Debido al retraso, esa oportunidad se ha perdido".
Ha sido una decisión dura para los padres quienes pretenden crear una fundación que ayude a concienciar sobre casos similares.
Pelea legal
La demanda de un tratamiento experimental para
este niño británico que padece el síndrome de agotamiento mitocondrial llegó a los tribunales cuando el hospital que lo trataba aconsejó desenchufarlo. Los progenitores decidieron iniciar entonces una batalla legal para conseguir que el bebé fuese tratado con alguna terapia experimental.
Todos los tribunales británicos y también el
Tribunal Europeo de Derechos Humanos han fallado a favor de esta decisión. Sin embargo, un comité científico se dirigió al Tribunal Superior de Londres recomendando un tratamiento experimental, logrando reabrir el caso.
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