Melilla es el territorio nacional donde más agresiones a
profesionales sanitarios se producen. Así lo asegura el Sindicato Médico de la ciudad autónoma, que ante un problema de estas características ha dirigido una carta al presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy, para pedirle que la
violencia contra trabajadores del sistema de salud "se equipare al delito de
terrorismo". Esta petición se produce después de que una doctora fuese agredida por una de sus pacientes el pasado 29 de diciembre en el centro de Salud del barrio melillense de Cabrerizas
Según la carta, el presidente del
Sindicato Médico de Melilla,
Jesús Delgado Aboy, ha señalado que esta situación "ya es
vox populi en toda España, y la realidad es que ninguno de los ministros de Sanidad desde 2012 ha tomado iniciativa ninguna. Tampoco el
Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa) ha realizado ninguna acción práctica útil, amén de los consabidos comunicados, concentraciones y exhibición de lacitos de colores en la solapa".
Delgado Aboy ha afirmado en la misiva a Mariano Rajoy que "lo lógico hubiera sido que nos hubiésemos comunicado directamente con la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, pero,
ante la certeza de que esto es una pérdida de tiempo, lo hacemos directamente con usted".
"Lo lógico hubiera sido comunicarnos con la ministra, pero es una pérdida de tiempo"
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Para el Sindicato de Médico de la ciudad autónoma, la
situación de la sanidad "es insostenible para el personal sanitario de Melilla, donde
las agresiones verbales son diarias en zonas conflictivas, como el centro de salud de Cabrerizas o los servicios de Urgencias extra-hospitalarios y hospitalarios".
"No es de recibo que
los trabajadores públicos pasen miedo todos los días en sus puestos de trabajo, con el único objetivo al finalizar la jornada de trabajo de
poder volver a casa sin ser agredido", señalan.
El presidente del Sindicato Médico de Melilla ha afirmado que este tipo de conductas violentas estructuradas, la "Kale Borroka sanitaria melillense"
no son actos puntuales, sino una forma de comportamiento habitual "más propio de conductas filoterroristas o filonazis, que de usuarios de servicios públicos gratuitos, muchos de los cuales tienen que agradecer al Estado español la existencia de una sanidad pública universal, que no tendrían en otros sistemas sanitarios".
Piden la detención de los agresores
Por ello, ha reclamado la
detención y puesta a disposición judicial de todas aquellas personas que realicen actos antisociales o que obstruyan la atención sanitaria, independientemente de que haya existido agresión verbal o física.
Asimismo, la detención y puesta a disposición judicial de todas aquellas personas que a
ccedan a centros sanitarios sin disponer de cita o sin tener permiso específico para ello.
El Sindicato Médico de Melilla ha reclamado
la equiparación de la violencia contra sanitarios a delito de terrorismo, así como protección policial permanente en centros de salud y Urgencias hospitalarias y extrahospitalarias, y cambios legislativos para equiparar las agresiones a personal sanitario a las
agresiones contra autoridad.
También sugieren la pérdida del derecho a la sanidad universal para los violentos, limitándose a atención urgente y expulsión del país de los extranjeros que atenten contra personal sanitario. Por último, recomiendan
la pérdida de cualquier tipo de ayuda pública, de cualquier entidad a usuarios violentos.
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