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La sanidad británica no podrá ceder datos de pacientes a Google

DeepMind, la empresa de inteligencia artificial de Google, iba a recopilar los datos de 1,6 millones de pacientes

Exteriores de una oficina de Google.

05 jul 2017. 10.00H
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POR REDACCIÓN
La sanidad británica no podrá ceder datos de pacientes a DeepMind, la empresa de inteligencia artificial de Google, según el dictámen de la autoridad de protección de datos de aquel país, la Information Comissioner's Office (ICO), que ha pasado un año elaborando el informe.

DeepMind, cuyo software ha logrado vencer al campeón mundial de go y es la punta de lanza mundial en inteligencia artificial, acordó en septiembre del 2015 con la Royal Free London NHS Trust ceder los datos de 1,6 millones de sus pacientes de tres hospitales del norte de Londres durante los últimos cinco años para desarrollar una app destinada a realizar diagnósticos precoces de enfermedades del riñón.

Según la ICO, estos datos no pueden ser cedidos porque los pacientes no habían sido previamente informados de ellos y por tanto no habían otorgado su consentimiento, o habían podido negarse al tratamiento de su información.

La legislación europea exige que las personas sean informadas previamente del uso que se va a dar a sus datos, incluso a posteriori, y niega expresamente el tratamiento de datos sanitarios sin permiso. Un extremo que consagra el nuevo reglamento europeo de protección de datos que entrará en vigor dentro de un año. Los programas de inteligencia artificial precisan de una gran cantidad de datos para que sean eficaces, de ahí el interés de Google de disponer de cuantos más datos mejor.

Detalles no aceptables

Según el ICO; el acuerdo con DeepMInd, cuyos detalles reveló en abril del 2016 la revista The Scientist, incluía detalles "no aceptables" como que "los pacientes no eran adecuadamente informados de que sus datos iban a formar parte de la prueba", ni de cómo iban a ser tratados. DeepMind, por lo visto, podía seleccionar qué pacientes aceptaba en su ensayo en función de las enfermedades previas, adicciones o incluso si se habían sometido a un aborto.

"No hay duda de que hay un gran potencial con el uso creativo de los datos para que puedan mejorar el cuidado clínico, pero el precio de la innovación no tiene que erosionar derechos fundamentales de privacidad", señala la comisionada de la ICO; Elizabeth Denham, que ha propuesto la creación de un marco para garantizar estas cesiones de datos sanitarios.

La comisionada destacó también en un blog que le parecía "desproporcionado" el volumen de datos que se cedía a DeepMind para su app y reclamaba que se recordara "que estamos hablando de información médica y pacientes reales", lo que exige, a su juicio, "valorar los beneficios y las contrapartidas para los pacientes".

Varios grupos de activistas en toda Europa habían criticado el acuerdo británico, que consideraban el ejemplo de todo lo que había que evitar en cesión de datos a la ciencia. Ahora, el consorcio británico de hospitales deberá presentar un nuevo acuerdo con la multinacional.

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