La
Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón está juzgando hasta el próximo miércoles, 18 de abril, a dos hombres acusados de
hacerse pasar por médicos y homeópatas en la localidad de
Vinaròs. Los acusados,
según informa El Mundo, diagnosticaban
enfermedades graves a pacientes y les suministraban
medicación caducada, s
in poseer la titulación ni los conocimientos necesarios para ello.
El proceso oral contra el acusado J.M.L.P,
con antecedentes penales, así como contra el acusado F.J.G.A tiene un
largo recorrido autonómico puesto que, antes de montar su clínica en
Vinaròs, ejerció 15 años en la localidad coruñesa de
Ferrol. Su mala praxis en Galicia, donde estuvo ejerciendo tres lustros, fue el principio de una trayectoria en la que sumó 142 afectados.
Los hechos sucedieron entre los años 2006 a 2009 cuando uno de los acusados abrió varios centros clínicos en el municipio. Allí, se
realizaban pruebas, emitían diagnósticos (en ocasiones de enfermedades graves que realmente no padecían) y
les cobraban diversas sumas de dinero por los tratamientos.
En la clínica de Vinaròs, según el escrito de Fiscalía, se encontraron productos caducados y no autorizados por la
Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps).
Delito de homicidio
El falso médico -conocido como Coté en Galicia- está imputado allí por un delito de homicidio a causa del fallecimiento de una persona a la que
practicó una intervención quirúrgica. "En Galicia aún está por salir el juicio contra estos mismos acusados,
llevamos 10 años esperando a que se celebre un juicio contra estos dos médicos falsos y sus cómplices
para los que pedimos una
pena de 900 años de prisión, mientras el fiscal solicita 330 años de cárcel", ha explicado para el diario generalista
la presidenta de la Asociación de Afectados de Intrusismo Médico Sanitario (más conocida como víctimas del falso médico ferrolano, Coté), Esther Fontán,
La
fiscalía de Castellón también acusa a la
mujer de uno de los hombres, que trabajaba como recepcionista y confeccionaba los presupuestos de los pacientes,
así como también a una médico que constaba como doctora responsable del centro.
El Ministerio Fiscal de Castellón califica los hechos que sucedieron en Vinaròs como constitutivos de
delitos de intrusismo, estafa, contra la salud pública y lesiones. Para los falsos médicos solicita una pena que supera los 22 años de prisión, mientras que para la recepcionista y la médico considerada cómplice pide una pena de ocho años de prisión.
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