La
médica negacionista Nadiya Popel ha sido imputada por un juzgado de instrucción y es
acusada de cometer un delito contra la salud pública. La denuncia, presentada por el
Colegio Oficial de Médicos de las Islas Baleares (Comib), sostiene que Popel administró
productos tóxicos, principalmente dióxido de cloro, a pacientes con graves cuadros oncológicos, tras argumentar falsamente que estos tratamientos podrían mejorar el cáncer.
Según la denuncia, la doctora
se aprovechó de su posición médica y de la “vulnerabilidad y desesperación” de los pacientes para convencerlos de los supuestos beneficios de los
tratamientos con dióxido de cloro. La acusación incluye fotografías y videos compartidos por la propia Popel en varios canales de Telegram, donde se la ve aplicando dióxido de cloro a pacientes en su consulta privada
sin las debidas medidas de asepsia, incluso sin guantes.
El dióxido de cloro puede ser letal según la dosis
Una de las pruebas gráficas muestra a la imputada tratar con dióxido de cloro a una
paciente con un cáncer de mama en estado grave mientras utiliza un producto “totalmente prohibido”. Además, entre las múltiples pruebas existe otro documento en video que retrata el mismo procedimiento con un paciente que sufría
cáncer de piel en un estado terminal.
El Comib ha documentado que la acusada
vendía sus productos a través de la plataforma Movimiento Asistencia Integral, sin contar con autorización legal y suponiendo un peligro para la salud de los pacientes.
El
dióxido de cloro, promocionado como
solución universal durante la pandemia, carece de fundamentación científica y
puede ser letal en ciertas dosis, provocando vómitos, lesiones y secuelas a largo plazo. Por este motivo, la denuncia destaca la falta de respaldo científico para las afirmaciones terapéuticas y preventivas de esta sustancia.
El Comib inicialmente presentó la denuncia en Palma, pero fue remitida a Maó, donde se han iniciado diligencias previas y se ha citado a Popel para
declarar el ocho de febrero. De forma paralela, tanto el IB-Salut como el Comib han emprendido
procedimientos sancionadores contra Popel, que ejerce como médica de urgencias en Maó, que podrían resultar en su exclusión de la profesión médica y en la pérdida de su puesto de trabajo.
Expulsión del Comib por infringir el código deontológico
Por este mismo motivo, el Comib ya había acordado la
expulsión provisional de la institución de la acusada el pasado mes de septiembre, “por infringir de manera reiterada el Código de Deontología Médica”, según se indicó el propio organismo en un comunicado.
Había sido a raíz de que la facultativa, de origen ucraniano y bautizada por la prensa como ‘Doctora Lejía’, fuese
denunciada por un paciente a primeros de ese mismo mes, también por haberle prescrito dióxido de cloruro y
baños con agua oxigenada para tratar un caso de candidiasis, supuestamente. El Servicio de Atención al Usuario del Hospital Mateu Orfila registró la denuncia, que fue tramitada por el Área de Salud de Menorca.
La e
xpulsión provisional del Comib trae consigo la prohibición absoluta del ejercicio de la Medicina y la
pérdida de los derechos inherentes a la colegiación. Para la Junta Directiva de la institución, el “reiterado comportamiento” de Popel “no es acorde a los valores éticos y deontológicos de la profesión médica”.
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