La
Audiencia Provincial de Girona ha impuesto penas de 25 y 26 años de cárcel a los dos acusados de
asesinar a una enfermera cuando se disponían a robar en su domicilio. Además, ha sentenciado a cinco años de prisión a otros dos acusados como “ideólogos” de la actuación. Uno de estos últimos era una compañera de la fallecida.
Los hechos tuvieron lugar en septiembre de 2020, cuando varios individuos accedieron al domicilio de esta
enfermera de 68 años que, según reveló la autopsia, murió a consecuencia de la “presión” que ejercieron sobre su cuello.
En primer lugar, no obstante,
la inmovilizaron "atándola de pies y manos”. Luego “la arrastraron por el suelo y la tuvieron retenida con vida en su vivienda desde que entraron a ella, sobre las 18:25 horas, hasta un momento indeterminado anterior a las 19:03 horas, cuando marcharon del lugar".
El tribunal añade que, pese a que le propinaron un
fuerte golpe en el rostro, no lograron que la enfermera les proporcionara las claves para abrir las cajas fuertes.
Así las cosas, los acusados "
ejercieron voluntariamente presión sobre su cuello" porque, aunque eran
conscientes de que podían matarla, no querían que la víctima les delatara, dado que actuaron a cara descubierta y habían agendado una falsa cita médica para reunirse con ella por recomendación de la compañera de ésta.
"El que no se sepa quién fue el que de los dos apretó el cuello de la fallecida no implica que exista una
duda sobre la autoría, puesto que esta comprende tanto al que fue el
autor material de los hechos como al que no lo fue", ha destacado la sala.
Dos ideólogos del robo fallido a la enfermera
Sobre los ideólogos, la sentencia confirma que la compañera de la enfermera le hizo una llamada por Whatsapp pocos días antes del crimen para decirle que había una persona que quería pedir una consulta de podología con ella, "con lo que conseguía que
la
víctima se confiara en esa persona desconocida, dado que su natural le llevaba a tratar en la consulta a
personas que ya conocía previamente", ya que estaba ubicada en su domicilio.
Lo hicieron porque
creían que la fallecía tenía mucho dinero, no sólo porque era una persona con pocos gastos, sino porque además de su trabajo en la Clínica Girona tenía la
consulta privada de Podología en su domicilio y, además, acumulaba bienes inmuebles de los que calcularon que obtenía "suculentas rentas".
En el auto, la Sección 4 de la Audiencia Provincial de Girona ratifica el veredicto del jurado popular, que declaró culpables a los cuatro implicados en este crimen. Dos de ellos han sido considerados
autores materiales del asesinato (con penas de 35 y 26 años de cárcel y una indemnización de 110.000 euros a la familia de la fallecida), y los otros,
ideólogos del robo (cinco años de cárcel).
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