Redacción. Madrid
La Asamblea francesa ha dado el visto bueno a la ley promovida por el Gobierno sobre pacientes terminales y que contempla la sedación terminal para aquellos enfermos sin posibilidad de curación.
Los dos principales partidos, socialistas y conservadores, votaron a favor después de haber acordado previamente los términos del texto que, eso sí, cierra la puerta a la eutanasia y no deja contentos ni a los partidarios de ella ni a sus detractores.
La ley contempla que la sedación terminal (hasta la muerte) será una opción a elegir por los pacientes conscientes que no responden a los tratamientos y cuyo diagnóstico es irreversible. También podrán acudir a ella los pacientes que son artificialmente mantenidos con vida, lo que incluye la alimentación y la hidratación.
A este respecto, los colectivos contrarios al texto consideran que en estos supuestos el paciente puede sufrir.
Para aquellos que no puedan expresar su voluntad, esta ley prevé que un equipo médico y la familia tomen la decisión de someter al enfermo a la sedación terminal y detener todo tratamiento.
Además, la ley convierte en obligatorio respetar el testamento vital de los pacientes que lo hayan hecho y prevé la creación de un formulario específico para hacerlo y un registro para conservarlo.
Promesa electoral de Hollande
La ley de la sedación terminal era una de las promesas electorales del presidente francés, François Hollande.
Su aprobación cuenta, según los datos difundidos por algunas encuestas, con el respaldo del 96 por ciento de los franceses.
Aunque esta ley no contempla la eutanasia, el 80 por ciento de los franceses son favorables a una ley que la autorice en determinados supuestos.
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