El papa Francisco ha concedido a todos los sacerdotes la facultad de absolver a “quienes hayan procurado el pecado del aborto”. Medida que en buena medida afecta a los profesionales sanitarios católicos que lo practican, pues se trata de un pecado que conlleva la excomunión tanto para los profesionales como para las mujeres que se someten a tal intervención.
El sumo pontífice ‘oficializa’ la facultad de perdonar el aborto al entender que “ningún obstáculo” debe “interponerse entre la petición de reconciliación y el perdón de Dios”. “Quiero enfatizar con todas mis fuerzas que el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente. Con la misma fuerza, sin embargo, puedo y debo afirmar que no existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir, allí donde encuentra un corazón arrepentido”, asevera el líder de la Iglesia.
Bergoglio insiste a los sacerdotes en esta carta apostólica que pongan su dedicación en el “ministerio de la reconciliación, para que a nadie que se haya arrepentido sinceramente” ya sea del aborto como de otros pecados, “se le impida experimentar la fuerza liberadora del perdón”.
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