La Guardia Civil, en el marco de la
Operación "Fina lumbre", ha detenido a un vecino de Sevilla por ejercer presuntamente en una clínica "clandestina" en Los Santos de Maimona (Badajoz) como médico especializado en
tratamientos paliativos, "a pesar de no estar colegiado y de no poseer titulación oficial". También han sido detenidos sus dos "cómplices", en concreto, una cuidadora y una colaboradora de la clínica, ambos vecinos de Villafranca de los Barros (Badajoz), según informa el Ministerio del Interior en nota de prensa.
La operación se inició el pasado 21 de octubre 2016, cuando la Policía Local de Los Santos de Maimona, localizó en el interior de una vivienda del citado municipio una
supuesta clínica. En su interior se encontraron todo tipo de material, aparatos médicos e incluso un gimnasio ubicado en la cochera del inmueble. Ante los citados hechos, trasladaron la información a la Guardia Civil.
Se atendieron a personas afectadas por "graves" enfermedades como ELA o alzhéimer
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A raíz de esta información, la Guardia Civil de Los Santos de Maimona y el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Zafra, iniciaron una investigación con la finalidad de averiguar las circunstancias que rodean el funcionamiento de esa supuesta clínica "clandestina", localizar e identificar a las personas afectadas y concretar el grado de participación del titular y trabajadores de la misma.
Investigación
En el desarrollo de la investigación se pudo comprobar que dicha clínica "no" estaba declarada como tal en ningún organismo oficial. En ésta, trabajaban el presunto doctor y una cuidadora, quienes habrían atendido presuntamente a
personas afectadas por "graves" enfermedades como ELA o alzhéimer. Además, la clínica contaba con una colaboradora, "encargada de la gestión económica".
Tras "laboriosas" gestiones se localizaron en las provincias de Guipúzcoa y Vizcaya, a dos de los enfermos que residieron y recibieron en la clínica, durante varios meses,
tratamientos paliativos, "bajo la promesa de poder mejorar o incluso de sanar en sus graves dolencias diagnosticadas como graves por diferentes especialistas". Pacientes que realizaron a la clínica pagos por valor de 3.000 ó 4.000 euros mensuales por estancia y tratamientos médicos, añade el ministerio.
Asimismo, se comprobó que el doctor "carecía de titulación oficial, y prescribía tratamientos de enfermedades paliativas a las personas con estancia en la clínica e igualmente
comercializaba en el mercado ilícito con medicamentos que adquiría adulterándoles el embalaje y formato para personalizarlos".
Acciones "delictivas" que, según la nota de prensa del ministerio, "contaron con la implicación de la cuidadora, carente de contrato laboral, así como de una colaboradora, titular de las cuentas bancarias de la clínica, quien también se encargaba de la elaboración de productos y remedios que se prescribían a los enfermos.
Por todo ello, a finales del pasado mes de abril, la Guardia Civil detuvo a los tres presuntos implicados por delitos contra la salud pública, estafa, intrusismo profesional y contra el derecho de los trabajadores. La operación sigue abierta.
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