La Ertzaintza ha detenido en
Bilbao a un varón, de 18 años, como presunto autor de un delito de
falsificación documental y
tráfico de drogas. Además, se le imputa un presunto delito de usurpación de estado civil, ya que hacía uso de carnets de identidad de terceros para la
compra de medicamentos en farmacias que eran posteriormente vendidos de manera ilícita entre jóvenes que los consumían como estupefacientes con fines lúdicos.
Según ha informado el Departamento vasco de Seguridad, la investigación dio comienzo a primeros del mes de marzo de este año, gracias a la colaboración ciudadana, cuando la Ertzaintza fue alertada de un posible
negocio ilícito de falsificación de recetas médicas y tráfico de medicamentos.
Agentes especializados de la comisaría de Bilbao comenzaron a recopilar información y pudieron comprobar que, desde la comunidad farmacéutica, ya se tenían
sospechas de la distribución de una remesa de recetas que podrían haber sido falsificadas. Estas recetas tenían un
denominador común, y es que todas ellas estaban prescritas por médicos colegiados que ejercen fuera de Euskadi.
Además, los agentes tuvieron conocimiento de que uno de estos médicos había sido alertado meses antes por el
Área de Inspección de Farmacia de la Comunidad de Navarra y había interpuesto la correspondiente denuncia como víctima de un delito de usurpación de identidad.
Fármacos usados para tratar patologías psiquiátricas
Realizadas las primeras investigaciones, se pudo relacionar a una persona con la trama delincuencial investigada y se procedió a su arresto el pasado jueves, día 5, por delitos de tráfico de drogas, falsificación de documento privado y
usurpación de estado civil.
La Ertzaintza también procedió a realizar una entrada y registro en el domicilio de éste, donde se localizaron
múltiples recetas falsificadas, todas a nombre de médicos residentes fuera de la comunidad.
Tras ser trasladado a dependencias policiales para la realización de las correspondientes diligencias, el presunto autor de los hechos, un joven de 18 años de edad, fue puesto a disposición judicial esa misma tarde, en el Juzgado de Guardia de Bilbao.
El detenido, que ya contaba con
antecedentes policiales relacionados con los mismos hechos en la comunidad de Cantabria, se encargaba de hacerse con modelos de recetas cuyo contenido modificaba, tomando datos reales de los médicos colegiados anteriormente citados.
Los fármacos que prescribía de manera ilícita suelen ser usados para tratar
patologías psiquiátricas o son medicamentos que pueden generar dependencia, tales como ansiolíticos, opiáceos, etc.
Una vez falsificadas las recetas, éstas eran
vendidas a terceros particulares, jóvenes de alrededor de 20 años de edad en su mayoría, que compraban los medicamentos en las farmacias, o bien el propio detenido adquiría los fármacos y los revendía, generalmente, para ser usados como estupefacientes. Son las llamadas drogas recreativas.
La investigación sigue abierta y
la Ertzaintza investiga a otros cuatro jóvenes, de entre 18 y 23 años de edad, por su implicación en estos hechos como posibles autores de sendos delitos de falsificación de documento privado.
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