Una secretaria de quirófano del Washington Hospital de Pensilvania (Estados Unidos) ha demandado al centro donde trabaja, al director ejecutivo, al cirujano y a la enfermera que estuvieron presentes en su operación de hernia incisional en 2016 y que
tomaron fotografías de ella desnuda que después fueron difundidas.
Según recoge el
Tribune-Review,
Sheila Harosky decidió interponer estas demandas alegando invasión de la privacidad y negligencia médica entre otros cargos. La paciente habría descubierto las fotos cuando al regresar a su puesto de trabajo tras ser intervenida en septiembre de 2016 un
compañero se le acercó con las imágenes en su móvil diciéndole: "Tengo algo para tu álbum de recortes".
El centro en cuestión ha defendido que las fotos
eran parte de una broma en la que Harosky participó colocando intestinos falsos en su cuerpo antes de la cirugía. Pese a admitir que le había gastado una broma a su médico, la denunciante afirmó que
no había dado permiso para que se tomaran las fotografías.
El hospital
asegura haber despedido a la enfermera que hizo las fotos y que ya no permite al médico que realice cirugías, pero la demandante expone que ha sido objeto de acoso por parte de otros empleados.
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