Un juzgado madrileño ha
condenado a un
cirujano a pagar 229.383 euros a la familia de un paciente al que intervino de
obesidad mórbida en un
hospital privado de Madrid y que falleció días después.
La jueza señala en la sentencia que hubo "
negligencia" en la
actuación del
demandado, por lo que considera que procede el determinar la
indemnización a abonar a los
perjudicados, que son la esposa, los padres y los hermanos del fallecido.
Los hechos, según la resolución contra la que
cabe recurso, se remontan a febrero de 2013 cuando J.A.D., de 45 años, ingresó en el hospital para ser intervenido con el procedimiento de gastrectomía tubular laparoscópica, una cirugía bariátrica para tratar la obesidad.
El médico E., ahora condenado, se marchó a Valencia tras la operación, con lo que el paciente quedó en
manos del personal subalterno. En las horas posteriores a la operación, el paciente tuvo una
evolución desfavorable con dolor abdominal, taquicardia, tensión arterial alta, baja saturación de oxígeno, entre otros, desarrollando una sepsis abdominal y, días después,
falleció.
Negligencia en el preparatorio y postoperatorio
"La cuestión a resolver es la de determinar si -según recoge en la demanda hubo una
negligencia en la actuación del demandado, tanto en el
preoperatorio -se incumplió el protocolo, no se realizó un estudio adecuado- como en el
postoperatorio -pérdida de oportunidad del doctor E. que se marchó a Valencia después de la intervención)", señala la jueza en la sentencia.
Tras detallar la magistrada la consecución de
actuaciones del
personal médico, señala, entre otras cosas, que la
sepsis fue
correctamente tratada, pero "fue
desatendido el sistema cardiorrespiratorio, a pesar de los claros signos de sospecha de que algo no iba bien".
"El
retraso o
ausencia de diagnóstico y adecuado
tratamiento de unas
complicaciones sospechadas en este tipo de paciente y cirugía, hizo que la
posibilidad de solución se perdiera", continua en la resolución la jueza.
La sentencia destaca el
seguimiento postoperatorio en planta por
médicos de
varias especialidades en
ausencia del médico responsable, la toma de decisiones "a distancia por éste ante la
información que se le
transmitía por teléfono", el "retraso en la actuación médica ante signos evidentes de complicación postoperatoria", así como la ausencia de pruebas específicas en la complicación cardiorrespiratoria y el "deficiente" estudio preoperatorio quirúrgico "produjeron el fallecimiento" del paciente.
Así, la jueza señala que hubo "negligencia" en la actuación del médico y le condena a indemnizar a la familia del paciente, que ha tramitado el caso con el abogado
Antonio Navarro, con
229.383 euros, una
cantidad inferior a la que esta
demandaba, algo
más de 320.000 euros.
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