El juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona ha condenado a una enfermera funcionaria que trabaja en la cárcel de Pamplona a doce meses de prisión por un delito continuado de descubrimiento de secretos. Asímismo, la enfermera ha pagado 120.000 euros en indemnizaciones por acceder al historial clínico de una compañera de trabajo con la que mantenía una enemistad laboral, así como al de otros familiares suyos.
La sentencia señala que la enfermera acusada, antes de que se dirigiera acción penal contra ella, "confesó los hechos a las autoridades y ha consignado judicialmente la cantidad de 120.000 euros a disposición de los afectados al objeto de reparar el daño causado.
La enfermera era funcionaria con plaza en la cárcel de Pamplona y mantenía una enemistad de años con una compañera de trabajo del mismo centro penitenciario. Entre noviembre de 2015 y marzo de 2017 accedió, según la sentencia, al historia clínico de su compañera y los de su hija menor de edad, su exmarido, hermanos, padres y un amigo, "con el sólo objetivo de obtener y revelar datos especialmente sensibles y protegidos, causando el consiguiente perjuicio moral a los ofendidos".
En concreto, "sin que existiera autorización ni relación asistencial alguna", accedió en 17 ocasiones a la historia clínica informatizada del Complejo Hospitalario de Navarra y en 18 ocasiones a la historia clínica informatizada de Atención Primaria de su compañera. Al resto de historias clínicas accedió de forma continuada y en decenas de ocasiones, en algunos casos más de 50 veces en el caso de una de las personas.
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