La Fiscalía Provincial de Valencia solicita una pena de tres años de prisión para un hombre, de nacionalidad libanesa, enfermo de cirrosis, que ofrecía sumas de dinero de hasta 40.000 euros a personas necesitadas a cambio de que le donasen parte de un hígado. Finalmente fue su hijo el que hizo la donación en agosto de 2013.
Así consta en la calificación provisional en la que el fiscal pide esta pena de prisión contra el hombre por un delito de promoción, favorecimiento o facilitación de trasplante ilegal de órganos humanos ajenos, tratándose de un órgano principal, con conocimiento del origen ilícito. Del mismo modo, la acusación se dirige contra tres personas más, familiares del enfermo, para quienes solicita siete años de cárcel por el mismo delito.
El hombre, de origen libanés, aquejado de una enfermedad hepática que requería un trasplante de hígado y sabedor del prestigio de esta cirugía en España, decidió contactar con familiares suyos residentes aquí para que realizaran gestiones para encontrar donantes vivos.
Los hechos empezarón en 2013
Así, entre abril y mayo de 2013, el hombre, junto con sus sobrinos y hermanos, idearon un plan por el que pretendían lograr la materialización del trasplante "con evidente quebranto de la legislación española" relativa a la donación de órganos entre vivos, "normativa y requisitos de los que fueron escrupulosamente informados por parte de las autoridades sanitarias y, en concreto, por los médicos del Hospital Universitario de Pamplona, como posteriormente en el Hospital Clínico de Barcelona", siempre según el mismo escrito fiscal.
En concreto, la legislación recoge, en relación con donantes vivos, que tiene que haber un consentimiento expreso, libre y manifestado por escrito. No obstante, los acusados, dado que tenían que buscar un donante puesto que en un principio el hijo del enfermo no tenía intención de serlo, empezaron a reclutar a posibles donantes.
Para ello, contactaron con personas sin recursos o en situación de necesidad económica con el fin de que, mediante precio u otro tipo de recompensa, accedieran a donar parte de su hígado.
Personas especialmente vulnerables
Con esta mecánica, los procesados contactaron con una clínica de Valencia y encargaron la realización de pruebas a ocho pacientes para saber si eran aptas para ser donantes. "Todas estas personas eran especialmente vulnerables tanto por su procedencia como por su penuria económica", recoge el fiscal.
A una mujer le ofrecieron 40.000 euros por un trozo de su hígado, aunque finalmente lo rechazaron pese a ser compatible porque preferían que se tratase de un varón. No obstante, en agradecimiento, le dijeron que podía conseguirle un matrimonio de conveniencia con un libio por 10.000 euros.
Al no encontrar a personas que quisieran asumir el riesgo y que fueran admitidas en el Hospital Clínico de Barcelona, se le hizo una nueva prueba al hijo del procesado que traía información del Líbano sobre que su hígado era pequeño y que no podía ser donante de su padre, lo evaluaron y vieron que era posible el trasplante, con lo que se realizó en agosto de 2013.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.