¿Cuánto le cuesta a un facultativo hablar de lo que está pasando en su hospital fuera de él? El Colegio de Médicos de A Coruña impuso una sanción de
dos meses sin colegiación y 2.000 euros de multa a un facultativo que presuntamente había
filtrado informaciones a un periódico nacional. Sin embargo, el juzgado de lo Contencioso-Administrativo ha anulado la citada sanción por ser “contraria a derecho” alegando que el proceso se demoró en exceso y además
no hay pruebas de que fuera él quien filtró la información.
Todo comenzó en 2014, cuando el que era jefe de servicio de Cirugía del
Complejo Hospitalario de A Coruña (Chuac), José María Borro, advirtió una serie de irregularidades en un curso de videocirugía. “Se realizó una intervención en directo que era innecesaria,
lo que le costó tener que volver al quirófano al paciente”, sentencia Borro en declaraciones a Redacción Médica. Así, envió una carta a la gerencia del centro que terminó en manos de un periódico nacional. “El Colegio consideró, de forma sorprendente, que había sido yo y que, por tanto, era un colaborador necesario”, narra.
Cuando Borro fue consciente de las sanciones que le iban a imponer, se dirigió al Consejo de Colegios de Médicos de Galicia, que lo ratificó. “Fue entonces cuando acudí al contencioso, que no ha dudado en darme la razón”, asevera. Enterado el Colegio de ello, “
quisieron ejecutar las sanciones antes de la vista; afortunadamente, el juez les frenó porque tampoco sabía cómo se me podía compensar los 2 meses sin colegiar en caso de que ganara el juicio”, matiza. Aun así, no disimula su sorpresa por todo lo que ha pasado: “No entiendo que un instructor pueda actuar con esa impunidad y que el Colegio no haga nada, ¿para qué sirve entonces?”, se pregunta. Y añade: “Este tipo de cosas las hacen para que nos callemos”.
Desde la Oficina Jurídica Sociosanitaria explican que
“el límite en estos casos viene definido por un montón de variables: los decálogos del Colegio, la comunidad autónoma, el cargo del implicado…, y hay que analizar cada caso concreto”. De todas formas, sí matizan que lo primero que debe hacer el profesional que ve una irregularidad es “acudir a sus superiores del centro” y, en caso de que estos no le presten atención, “denunciar el caso ante la Fiscalía”. “
Por regla general no se puede hablar mal de la institución a la que perteneces”, añaden otras fuentes jurídicas, si bien entienden la labor de los medios y su derecho a proteger a sus fuentes.
ENLACES RELACIONADOS:
Acceda a la sentencia que exculpa al médico.
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