Redacción. Madrid
Sanitas Residencial puso en marcha en 2010 el programa ‘Por una residencia sin sujeciones’, una iniciativa cuya finalidad es preservar la dignidad y proteger la integridad de los residentes sin tener que utilizar sujeciones de ningún tipo, ni físicas ni químicas. Según ha explicado la compañía en un comunicado, en estos cuatro años el uso de sujeciones físicas en sus centros ha pasado del 22 por ciento al 1,31 por ciento actual. En este sentido, Sanitas Residencial señala que “esta cifra es más llamativa si se compara con la media española, que alcanza el 39 por ciento”.
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Doménec Crosas, director general de Sanitas Residencial.
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Siguiendo este programa, 27 de los 40 centros de la compañía han sido certificados como “libres de sujeciones” en 2014, es decir, el 67,5 por ciento. Además, solo 64 residentes de los más de 4.700 que hacen uso de los centros de la compañía utiliza este tipo de sujeciones.
Según recuerda Sanitas Residencial en un comunicado, “son muchos los problemas clínicos que se pueden originar como consecuencia de la limitación del movimiento voluntario de los residentes, desde problemas físicos como úlceras, infecciones, atrofia muscular o estreñimiento hasta problemas psicológicos como depresión, pérdida de autoestima, alteraciones conductuales. Este programa ha generado un cambio de cultura que incluye una atención centrada en la persona donde cada caso concreto se valora de una forma específica para proporcionar un trato individualizado y personalizado según las necesidades de cada residente. Así, se fomentan las terapias no farmacológicas, mediante un uso racional de la medicación, se potencian los planes de fisioterapia específicos y se realizan terapias ocupacionales de forma periódica que proporcionan al residente confort y bienestar”
“El proyecto incluye alternativas generales como la retirada de cinturones abdominales, pélvicos, de cama, sujeciones diurnas y nocturnas, y la adecuación de entornos seguros mediante la instalación de camas ultrabajas, luces con sensores de movimiento en los pasillos o suelos acolchados. Además, se ha demostrado que el número de caídas que sufren los residentes no ha aumentado tras esta medida y que en los centros sin sujeciones se respira un ambiente calmado y apacible, tanto para los residentes como para los trabajadores”, concluye la compañía.
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