El 14 de marzo se conmemora el
Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular. Por ese motivo, la Fundación Española del Corazón (
FEC) recuerda que llevar una
vida activa reduce el riesgo cardiovascular. En este sentido, dos recientes
estudios observacionales han concluido que aquellos que ven
poca televisión o son capaces de hacer
40 o más flexiones tienen
menos riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Una investigación presentada en la
68ª Reunión Anual del American College of Cardiology (
ACC) ha concluido que las
personas que dedicaban
más horas a ver televisión tenían
casi el doble de probabilidades de tener
placa en las arterias y, por ello,
mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
Otro estudio publicado en la revista científica 'JAMA' indica que
bomberos que fueron capaces de hacer 40 o más flexiones tenían un riesgo significativamente menor de enfermedad cardiovascular.
El 38% de los españoles pasa la mayor parte de su jornada laboral sentado y el 37,8% ocupa su tiempo libre de forma sedentaria
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Emilio Luengo, miembro del Consejo de Expertos del área de Actividad Física de la FEC, aclara que “ver poca televisión o ser capaz de hacer 40 o más flexiones
no son predictores independientes de riesgo cardiovascular”. Lo que realmente ponen de manifiesto los resultados de estos dos estudios es que “los
individuos que llevan una
vida activa tienen menos riesgo cardiovascular que aquellos con una vida más sedentaria”.
En este sentido, la FEC recuerda que, a pesar de los conocidos beneficios de la práctica de ejercicio físico para la salud cardiovascular, el
38 por ciento de los españoles pasa la mayor parte de su
jornada laboral sentado, según datos de la última Encuesta Nacional de Salud. En cuanto al
tiempo libre, las cifras no son mejores, ya que el
37,8 por ciento de la población ocupa su tiempo libre de forma casi completamente
sedentaria (leyendo, viendo la televisión o yendo al cine, etc.), siendo el sedentarismo en tiempo de ocio
mayor en mujeres (41,9 por ciento) que en hombres (33,5 por ciento).
Recuperemos el estilo de vida mediterráneo
Luengo remarca que “el
estilo de vida es un
factor fundamental que contribuye o protege del desarrollo de enfermedades cardiovasculares, y que frecuentemente
se subestima”. Y en esta línea, el experto
defiende el estilo de vida mediterráneo, que abarca no solo unos hábitos alimenticios saludables sino otros elementos relacionados con las
costumbres, las
tradiciones o el
ocio.
Sin embargo, prosigue Luengo, “nuestra
sociedad está cambiando. La gente hace
mucho trabajo de oficina, pierde mucho tiempo en
desplazamientos y llega a casa
físicamente cansado sin haber hecho
apenas ejercicio físico”. Por eso, concluye, hay que “aunar esfuerzos para revertir esta situación que es más destacada en las grandes ciudades”.
Entre los aspectos que conforman el estilo de vida mediterráneo se encuentran no solo la dieta mediterránea o la práctica de ejercicio físico de manera regular, sino también costumbres
como la breve siesta, una
condición más pausada y de
menos estrés o el
contacto frecuente con familiares y amigos.
Los factores de riesgo cardiovascular son los que se asocian a una
mayor probabilidad de sufrir una
enfermedad cardiovascular, entre ellos:
colesterol, diabetes mellitus, hipertensión arterial, tabaquismo, obesidad, sedentarismo y una
mala alimentación. La FEC remarca que la suma de estos factores multiplica exponencialmente el riesgo de enfermedad cardiovascular.
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