El Hospital Maternoinfantil Vall d'Hebron de Barcelona ha implantado una nueva válvula pulmonar por cateterismo en el corazón de un niño de 7 años y 16 kilos, que se ha convertido en el paciente de menos peso intervenido en el mundo con esta nueva técnica, ha anunciado este martes el centro.
Después de valorar de forma exhaustiva la anatomía del corazón del niño, el equipo de médicos del Servicio de Cirugía Cardíaca y Cardiología Pediátrica del Vall d'Hebron pudo sustituir la válvula pulmonar por una nueva de artificial diseñada para adultos pero que encajaba a la perfección con al lesión del pequeño.
El niño sufría una cardiopatía congénita llamada Tetralogía de Fallot, que consiste en un escaso desarrollo de la válvula y la arteria que llevan la sangre de su corazón hacia los pulmones, juntamente con una comunicación entre los dos ventrículos que provocaba que le faltase oxígeno.
Los cardiólogos le operaron en dos ocasiones a corazón abierto, a los 9 y a los 21 meses de vida, reparándole así los defectos del corazón con éxito, pero la válvula pulmonar siguió deteriorándose a medida que el niño crecía, lo que provocaba una insuficiencia cardíaca severa.
Ante este escenario, el equipo de cirugía cardíaca, liderado por Raúl Abella, optó hace seis meses por someter al niño a una intervención "innovadora y pionera" a los siete años, al sustituir la válvula pulmonar del niño sin recorrer de nuevo a una intervención a corazón abierto. El paciente fue dado de alta a las pocas horas y, desde entonces, el niño se ha recuperado muy bien y ha vuelto a la vida normal.
La operación fue realizada por el responsable de la Unidad de Hemodinámica Pediátrica del Servicio de Cardiología Pediátrica, Pedro Betrián, junto al responsable de la Unidad de Hemodinámica de los pacientes adultos con cardiopatías congénitas, Gerard Martí.
Lesión Aórtica
Según Betrián, el nuevo procedimiento consiste en la utilización de la válvula Edwards Pulmonics, que ya se utiliza desde 2008 en el Vall d'Hebron en pacientes adultos para el tratamiento de lesiones aórticas, pero que no se había utilizado nunca en un niño tan pequeño con Tetralogía de Fallot.
"Los adelantos tecnológicos permiten a los hemodinamistas pediátricos resolver por cateterismo muchos problemas que antes hacían necesaria una cirugía a corazón abierto, y que ahora se pueden hacer de manera menos invasiva y con una recuperación de pocas horas", ha sostenido.
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