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Un cardiólogo de Avilés apunta al parche que desbancará al desfibrilador

Ignacio Barriuso es experto en esta tecnología que permite a los pacientes hacer deporte sin extraer el dispositivo

Ignacio Barriuso, médico adjunto en el Hospital Universitario San Agustín de Avilés. .

20 dic 2024. 05.30H
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Los desfibriladores automáticos portátiles (DAP) en forma de chalecos suelen ser comunes para los pacientes coronarios con riesgo de paro cardíaco súbito (PCS). A pesar de esto, tienen una serie de desventajas, como que "hay que retirarlo en la ducha o al hacer ejercicio físico", ha explicado Ignacio Barriuso, médico adjunto en el Hospital Universitario San Agustín de Avilés. Ahora, un nuevo estudio pone en valor el papel de unos novedosos "parches" para sustituir a los desfibriladores convencionales. Con ellos, "el paciente no tiene que estar quitando y poniendo estos dispositivos en el día a día", lo que, sumado a su larga batería, les permite funcionar "ocho días seguidos" favoreciendo así su adherencia, el fácil mantenimiento y la comodidad para el paciente, tal y como ha señalado el especialista. Según Barriuso, en el medio plazo, "podrían usarse para proteger a los pacientes que están a la espera de trasplante", entre otros beneficios.

Esta situación puede venir dada, por ejemplo, en pacientes con patologías de alto riesgo de eventos arrítmicos que tienen programada una operación de trasplante en el corto plazo y que tienen programado algún tratamiento mientras no se produce la intervención. En estos casos, según el especialista en Cardiología, podría prescribirse el nuevo desfribilador y "proteger más a los pacientes durante este tiempo", incluso mejor que el chaleco, "debido a sus características". Ya no solo por el tiempo que se puede utilizar sin reemplazo, sino por sus medidores de arritmia. En general, el cardiólogo considera que esta podría ser una buena opción para las abultadas listas de espera abultadas en trasplante, evitando "posibles riesgos de arritmia, que se pueden dar mientras no se produce la intervención quirúrgica".

Otros perfiles de pacientes para los que es útil este desfribilador


Cuando a un paciente se le detecta un "problema arrítmico, no se le indica de primeras el desfibrilador en forma de chaleco", puesto que, normalmente, "se espera unos meses a ver si con la terapia de fármacos, mejora", según Barriuso. Ahora, este nuevo dispositivo que se denomina Jewel y fue creado por la compañía estadounidense Element Sciencie, podría usarse también para este perfil de pacientes, debido a que según el cardiólogo, los parches han demostrado su efectividad en la medición de indicadores que permiten identificar la arritmia. Algo que se ha probado en el estudio 'Un desfibrilador portátil con parche para pacientes con riesgo de paro cardíaco repentino', publicado en la Revista del Colegio Americano de Cardiología (JACC). En este sentido, cabe destacar que, por el momento, los parches solo están disponibles en Estados Unidos, aunque Barriuso confía en que "poco a poco" vayan llegando a los hospitales de España, siempre y cuando el Ministerio de Sanidad de el visto bueno.

Otro ejemplo en el que podrían utilizarse estos parches es "en el caso de pacientes que llevan un desfibrilador interno y, tras el paso del tiempo, sufren una infección y hay que extraerlo", ha explicado el especialista. En este caso, podrían utilizar estos nuevos dispositivos. Estos parches también son eficaces en los "pacientes post-infarto", para los que "se podría recetar este tipo de desfibriladores portátiles".

Un desfibrilador para el día a día


El dispositivo está compuesto por dos parches que funcionan de manera conjunta, situados bajo la clavícula derecha y a nivel de la línea axilar media izquierda, a la altura de la séptima costilla. El sistema de baterías y el monitor de arritmias tiene un peso cercano a los 500 gramos y se conecta a ambos parches mediante dos cables. 

La durabilidad de estos parches a lo largo del tiempo es una de sus características más reseñables, debido a que, como se ha citado anteriormente,  pueden utilizarse durante varios días, incluso a la hora de hacer ejercicio, estos parches detectan igualmente el ritmo cardíaco del paciente, algo que no ocurre con el tradicional. Este es un rasgo que lo hace más seguro, ya que el desfibrilador en forma de chaleco, aunque se extraiga en cortos espacios de tiempo, como durante una ducha, "perjudica la protección del paciente", tal y como ha destacado Barriuso.

Efectos secundarios


Como contrapartida, los parches pueden causar "reacciones cutáneas" como efectos secundarios, según ha explicado el especialista en Cardiología. Estas se producen al llevar durante largo tiempo estos parches pegados al cuerpo, algo que también sucede con los chalecos. 

Este punto sería "lo que más puede molestar al paciente", con un porcentaje de reacciones en la piel cercano al 30 por ciento, según Barriuso. Aunque, según ha puntualizado, que el porcentaje de personas que tienen que dejar de usar el dispositivo por estos efectos es "muy pequeño".
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