Aunque hay diversos factores que pueden duplicar el
riesgo de infarto, hay una combinación que resulta especialmente mortal: el
calor y los niveles elevados de contaminación por partículas finas, dos elementos que
disparan el riesgo de muerte hasta un 74 por ciento, sobre todo en mayores y mujeres.
Esta es la principal conclusión de un estudio publicado este lunes en
Circulation, la revista de la
Asociación Americana del Corazón, basado en el
análisis de más de 202.000 muertes por infarto de miocardio entre 2015-2020 en la provincia china de Jiangsu, una región con cuatro estaciones bien diferenciadas y una amplia gama de temperaturas y niveles de contaminación por partículas finas.
Las
partículas finas de menos de 2,5 micras de tamaño proceden de los tubos de escape de los coches, las fábricas o los incendios, y su inhalación causa
enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares entre otros problemas. Estas partículas "pueden interactuar sinérgicamente con las
temperaturas extremas y afectar negativamente a la
salud cardiovascular", ha declarado el autor principal,
Yuewei Liu, investigador de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Sun Yat-sen en Guangzhou, China.
Para averiguar si la exposición conjunta a temperaturas extremas y contaminación afecta a la salud, el equipo ha analizado
202.678 muertes por ataque cardíaco entre 2015-2020 registradas en Jiangsu. El estudio ha confirmado que los días que combinaron calor extremo y altos niveles de contaminación del aire por partículas finas dispararon el riesgo de muerte por infarto,
más en las mujeres que en los hombres y en los adultos mayores más que en los jóvenes.
Han fallecido más los hombres de edad más avanzada
En concreto, las muertes se produjeron entre adultos con una
edad media de 77,6 años, el 52 por ciento tenían más de 80 años y el 52 por ciento eran varones.
Las temperaturas extremas se han medido según el índice de calor diario de una zona que incluye el
efecto combinado del calor y la humedad. Y se han evaluado tanto la duración como la
intensidad de las olas de calor y las olas de frío.
Las muertes por infarto de miocardio, o 'casos-día', durante estos periodos se han comparado con las fechas de control del mismo día de la semana del mismo mes; es decir, si una muerte se produce un miércoles, todos los demás miércoles del mismo mes se considerarían días de control.
Más riesgo de infarto mortal en olas de calor prolongadas
Los niveles de partículas se han considerado altos en cualquier día con un nivel medio de partículas finas superior a
37,5 microgramos por metro cúbico. En comparación con los días de control, el riesgo de sufrir un infarto mortal aumenta un 18 por ciento en las olas de calor de dos días con índices de calor iguales o superiores al percentil 90 (entre 28,1 y 36,6 grados Celsius), y hasta un 74 por ciento más en las
olas de calor de cuatro días con índices de calor iguales o superiores al percentil 97,5 (entre 34,8 y 43 grados C).
Los
infartos vinculados al frío han sido un cuatro por ciento más frecuentes durante olas de frío de dos días con temperaturas iguales o inferiores al percentil 10 (entre 0,7 y 4,7 grados), y un 12 por ciento más en las olas de frío de tres días con temperaturas iguales o inferiores al percentil 2,5 (entre -2,7 y 2,7 grados Celsius).
Sin embargo, con una contaminación superior a los 37,5 microgramos por metro cúbico, las muertes han aumentado en las olas de calor de cuatro días pero no en las de frío.
Diferencias entre sexo y grupo hetario
Por
sexos y edades, se han detectado
más muertes entre las mujeres que entre los hombres durante las olas de calor y entre personas de 80 años o más. La edad media de todos los individuos que han muerto de un
ataque al corazón en Jiangsu entre 2015 y 2020, incluso durante eventos de temperaturas no extremas, ha sido de 77,6 años; el 52,1 por ciento de estos individuos tenían más de 80 años.
"Nuestros hallazgos demuestran que
reducir la exposición tanto a las temperaturas extremas como a la contaminación por partículas finas puede ser útil para prevenir las muertes prematuras por infarto de miocardio, especialmente en el caso de las mujeres y los adultos mayores", ha señalado Liu.
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