El
consumo de dos o tres tazas de café instantáneo y molido se asocia con una d
isminución del riesgo de enfermedad cardiovascular y arritmias. Así lo demuestra un grupo de investigadores de la Universidad de Melbourne quienes analizan el impacto que tiene esta bebida en las reducciones significativas de estas patologías y la mortalidad asociada.
El estudio, publicado en la revista
European Journal of Preventive Cardiology, señala que "
la reducción de las arritmias se observa con la cafeína pero no con el subtipo descafeinado", según
David Chieng, autor principal de la investigación. Sin embargo, Chieng explica que "
no debe desaconsejarse la ingesta de café suave o moderada de todos sus tipos, sino que debe considerarse parte de un estilo de vida saludable".
En este estudio prospectivo de cohortes, se investigan "las
asociaciones entre la ingesta habitual de café, más concretamente el impacto del subtipo de café, incluido el descafeinado, y los principales criterios de valoración de las enfermedades cardiovasculares", añade Chieng.
Además de estos principales resultados, el estudio demuestra que "el
café molido y el instantáneo, pero no el descafeinado, se asocian a una reducción de las arritmias, incluída la fibrilación auricular". Asimismo, verifica que "el consumo de dos a tres tazas al día de
todos los subtipos de café se asoció sistemáticamente con la mayor reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular, cardiopatía isquémica, fibrilación ventricular y mortalidad por todas las causas".
Por último, la investigación manifiesta que "existe una
relación en forma de 'U' entre la ingesta de café con cafeína y la incidencia de cualquier arritmia, incluida la fibrilación auricular". De hecho, según Chieng, "la mayor reducción del riesgo se produjo con 4-5 tazas al día".
¿Cómo afecta el subtipo de café en el riesgo de arritmias?
El
impacto de los subtipos de café en la enfermedad cardiovascular incidente, las arritmias y la mortalidad se ha manifestado en un grupo de población del Reino Unido. Para llevar a cabo la investigación, se ha contado con 449.563 participantes en la cohorte final, con una edad media de 58 años, siendo un 55,3 por ciento mujeres.
Asimismo, la
mediana de seguimiento ha sido de 12,5 años. Del total de los participantes, 100.510 fueron no bebedores de café y se diagnosticó una arritmia en 30.100. Tal y como ha explicado Chieng en el trabajo, "tras ajustar por las covariables de edad, sexo, consumo de alcohol, consumo de té, obesidad, hipertensión y tabaquismo, el menor riesgo de arritmias se observó en quienes consumían dos o tras tazas de café al día".
En el caso de la
taquicardia ventricular (TV) sin pulso y
fibrilación ventricular (FV), "el aumento de la ingesta de café se asoció con un menor riesgo de arritmia incidente, y el riesgo más bajo se observó en 4-5 tazas al día".
Además, los análisis del subtipo de café se realizaron en la misma cohorte de
449.536 participantes que "no tenían un diagnóstico prevalente de enfermedad cardiovascular al inicio del estudio. El tipo de café fue instantáneo en 198.062 (44,1 por ciento), molido en 82.575 (18,4 por ciento) y descafeinado en 68.416 (15,2 por ciento)".
Unos resultados que se han obtenido gracias a este estudio epidemiológico que han informado de "los efectos beneficiosos del consumo habitual de café sobre la arritmia, la enfermedad cardiovascular y la mortalidad".
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