La muerte por infarto agudo de miocardio se ha relacionado con la estación fría del año. Ahora, una investigación cerca el periodo a las vacaciones de Navidad, entre el 25 y el 7 de diciembre, en un país de clima insular todo el año como Nueva Zelanda para demostrar que influyen en esa estadística algo más que las bajas temperaturas.
El estudio se publica en American Journal of the American Heart Association y ha sido financiado por el Consejo Nacional de Salud e Investigación Médica de Australia y el Consejo de Investigación de Salud de Nueva Zelanda.
“Se han registrado previamente picos en las muertes por causas naturales durante la Navidad y el Día de Año Nuevo en Estados Unidos. Sin embargo, el periodo de vacaciones de Navidad (del 25 de diciembre al 7 de enero) en Estados Unidos es durante la época más fría del año, cuando las tasas de mortalidad ya son estacionalmente altas debido a las bajas temperaturas y la gripe”, ha explicado Josh Knight, investigador en la Universidad de Melbourne, en Australia.
En el estudio, los científicos analizaron las tendencias en las muertes en Nueva Zelanda, donde la celebración de la Navidad se hace durante la temporada de verano, cuando las tasas de mortalidad suelen ser estacionalmente bajas, permitiendo a los investigadores separar cualquier efecto del invierno de un efecto de las vacaciones.
Durante un periodo de 25 años (1988-2013) hubo un total de 738.409 muertes (se identificaron 197.109 como fallecimientos cardiacos).
Suben un 4,2 por ciento
Los investigadores hallaron un aumento del 4,2 por ciento en las muertes relacionadas con el corazón que se producen fuera de un hospital entre el 25 de diciembre y el 7 de enero. La edad promedio de muerte cardiaca fue de 76,2 años durante el periodo de Navidad, en comparación con los 77,1 años durante otras épocas del año.
Hay una serie de teorías que explican el aumento de las muertes durante la temporada navideña, incluyendo el estrés emocional asociado con las fiestas, cambios en la dieta y el consumo de alcohol, menos personal en las instalaciones médicas y cambios en el ambiente físico (por ejemplo, visitas a familiares). Sin embargo, ha habido pocos intentos de replicar estudios previos.
Aunque se necesita más investigación para explicar el aumento de las muertes, los autores sugieren que una posibilidad apunta a que los pacientes se reprimen a la hora de buscar atención médica durante la temporada navideña.
“El periodo de vacaciones de Navidad es un momento común para viajar dentro de Nueva Zelanda, con la gente que está de vacaciones generalmente lejos de sus principales instalaciones médicas. Esto podría contribuir a retrasos en la búsqueda de tratamiento, debido a una falta de familiaridad con las instalaciones médicas cercanas”, ha declarado Knight
Otra explicación tiene que ver con la voluntad de los pacientes en fase terminal de vivir y frenar la muerte por un día que es importante para ellos.
“La habilidad de los individuos para modificar su fecha de muerte en función de fechas significativas ha sido tanto confirmada como refutada en otros estudios; sin embargo, sigue siendo una posible explicación para este efecto durante las vacaciones”, ha asegurado Knight.
Los investigadores han precisado que el estudio no controló las temperaturas diarias y Nueva Zelanda se corresponde con un clima insular, que casi elimina los extremos de temperatura que se asocian con las tasas de mortalidad relacionadas con el corazón en estudios anteriores.
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