Los pacientes seropositivos ven duplicado su riesgo de infarto agudo de miocardio (IAM) además de padecerlo a edades más tempranas que la población general, de acuerdo con un estudio recién publicado en Revista Española de Cardiología (REC).
“Existen estudios que demuestran que, un paciente diagnosticado de VIH desde hace diez años, ha ido aumentando su riesgo cardiovascular hasta llegar a igualarlo con el de una persona diez años mayor que ella”, ha revelado Sergio Raposeiras, miembro de la FEC, cardiólogo del Servicio de Cardiología del Álvaro Cunqueiro, de Vigo, y primer firmante de la investigación.
“El aumento de las comorbilidades asociadas al VIH se deriva del propio virus y el estadio inflamatorio asociado, ya que la terapia antirretroviral presenta interacciones farmacológicas, una de ellas, con la medicación utilizada en la prevención cardiovascular primaria y secundaria”, ha aclarado.
“Esto implica un aumento del riesgo cardiovascular en el paciente con VIH, y para minimizarlo se puede ajustar el tratamiento hasta cierto punto, aunque no es totalmente modificable. Por el contrario, existen hábitos y estilos de vida, como la dieta o la práctica de actividad física moderada, que puede controlar y modificar el propio paciente, y que reducen el riesgo de padecer complicaciones cardiovasculares”, ha añadido.
“En el estudio REC queremos evidenciar que, por cada 10 milímetros de Mercurio de reducción de presión sistólica, por cada 39 mg/dl de reducción de colesterol y por el uso de ácido acetil salicílico, el riesgo de cardiopatía isquémica (CI) se reduce un 20-25 por ciento”. Asimismo, se sabe que dejar de fumar también reduce el riesgo CI, en concreto un 50 por ciento.
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