Cada vez más, los pacientes de
enfermedades cardiovasculares (ECV)
prefieren morir en sus casas en vez de en un hospital. Un nuevo estudio del
Brigham and Women's Hospital ha realizado una revisión del lugar en el que fallecen los
pacientes con ECV y han descubierto que en
EEUU el hogar ha sobrepasado al hospital como el lugar más común de muerte para estos pacientes. Los resultados de su análisis se publican en el
Journal of the American College of Cardiology.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores examinaron más de
12 millones de muertes en el Registro de Uso Público de Mortalidad del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de EEUU. Con estos datos, analizaron si las muertes ocurrieron en un
hospital, en
casa , en un centro de E
nfermería , en un centro de
cuidados paliativos o de otro tipo (incluidas las instalaciones médicas para pacientes ambulatorios, el departamento de emergencias y los fallecidos al llegar al hospital). También analizaron las características demográficas, incluyendo raza, etnia, sexo, estado civil, nivel de educación y situación rural-urbana.
"Entender dónde mueren los pacientes puede ayudarnos a determinar sus necesidades"
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El equipo encontró que de las
330.905 muertes por ECV que tuvieron lugar en el hospital en 2003, se pasó a
234.703 en el 2017. Por otro lado, las muertes en el hogar aumentaron de 192.986 en 2003 a 265.133 en 2017, lo que representa
alrededor del 31 por ciento de las muertes por ECV ese año. El equipo también encontró que los grupos raciales y étnicos desatendidos tenían más probabilidades de morir en el hospital y menos probabilidades de morir en casa.
Haider Warraich, uno de los investigadores del estudio, ha señalado que "entender dónde mueren los pacientes puede ayudarnos a determinar cómo podemos brindarles atención y qué servicios necesitarán en esos lugares". "Cuando hablo con mis pacientes sobre lo que es más importante para ellos cuando empiezan a llegar al final de su vida, muchos de ellos me dicen que quieren pasar sus últimos momentos rodeados de la familiaridad de su hogar", ha explicado.
Últimos días
Así, Warraich señala que aunque los datos proporcionan información, no revelan cómo fueron los últimos días o semanas de vida de los pacientes y si recibieron atención de hospicio en casa, ni tampoco captan los deseos de los pacientes y si su lugar de muerte reflejó esos deseos.
"La
cardiología se ha quedado atrás con respecto a otras especialidades en cuanto a la atención al final de la vida, pero ahora estamos viendo más interés en esta importante área", ha indicado. "Estamos viendo que hay más gente muriendo en casa que en cualquier otro lugar, pero necesitamos entender mejor cómo es esa experiencia para poder enfocar nuestra energía en las necesidades de nuestros pacientes".
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