Los cardiólogos alertan de que más de la mitad de la población española tiene colesterol elevado y urgen al Ministerio de Sanidad y a las comunidades autónomas que sitúen la hipercolesterolemia en sus agendas políticas y desarrollen un plan nacional para mejorar su abordaje.
"Es un factor de riesgo cardiovascular tan importante como la hipertensión, el consumo de tabaco o la diabetes, pero no se le da la misma importancia", ha resaltado el presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC), Carlos Macaya, durante la presentación de una declaración conjunta con la Federación Mundial del Corazón (WHF, por sus siglas en inglés) para que España lidere la lucha global contra esta enfermedad.
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España y en torno a una de cada cuatro (22,5 por ciento en mujeres y el 24,6 por ciento en hombres) se atribuyen a un colesterol elevado (más de 200 miligramos por decilitro).
Inactividad política
"Se dice que es malo pero no se toman medidas, no hay casi ninguna estrategia nacional en las comunidades autónomas", ha criticado Leopoldo Pérez de Isla, cardiólogo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
De hecho, además del elevado infradiagnóstico, se estima que solo el 35 por ciento de los pacientes tiene un tratamiento adecuado y, pese a ello, solo un 17 por ciento consigue tener la enfermedad controlada.
Para revertir esta situación, los cardiólogos reclaman más campañas de sensibilización a la población y la introducción de un sistema de alertas más preciso en los sistemas informáticos que utilizan los propios profesionales para que pongan atención cuando los niveles superen los límites recomendados en una analítica.
"En los chequeos médicos que se hacen regularmente también se mide el colesterol, pero no hay suficiente concienciación y se minimiza, en ocasiones también por los profesionales", ha apuntado el presidente de la Fundación de Hipercolesterolemia Familiar (FHF), Pedro Mata.
Hipercolesterolemia familiar
Este experto cree que si las administraciones sanitarias no toman más medidas es porque el volumen de afectados es muy elevado y por posibles influencias de una industria alimentaria que "tiene remedios maravillosos para bajarlo", ha criticado.
Otra de las medidas que se plantean es la realización de una estrategia nacional específica de la hipercolesterolemia familiar, que es el que se produce por una alteración genética y que según los cardiólogos es "el paradigma del colesterol elevado".
De hecho, ha apuntado Mata, es el trastorno genético más frecuente en España, ya que afecta a una de cada 250 personas, por lo que podría haber unos 180.000 afectados. "Se expresa desde el nacimiento y, de quienes la padecen, el 50 por ciento la transmite a su descendencia”, ha lamentado.
Nueva hoja de ruta
Para el presidente de la FHF la clave está en establecer programas de diagnóstico infantil, entre los dos y ocho años de vida, aunque inicialmente los afectados no necesitan empezar tratamiento farmacológico hasta los 10 años y, en algunos casos, los niveles pueden controlarse de inicio sólo con cambios en la dieta y otros hábitos de vida saludable.
Por su parte, el presidente de la WHF, David Wood, ha animado a España a poner en marcha una hoja de ruta contra la hipercolesterolemia que luego pueda exportar al resto de países para conseguir que en el año 2025 se reduzcan un 25 por ciento las muertes prematuras por enfermedad cardiovascular, en línea con los objetivos fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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