Las mujeres con
presión arterial normal durante el
embarazo y que amamantaron a sus bebés durante al menos 6 meses después del nacimiento tuvieron mejores marcadores de
salud cardiovascular años más tarde en comparación con las mujeres que nunca amamantaron. Lo explica una investigación que se presentará en la
67° Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología, que se celebra del 10 al 12 de marzo en Orlando, Estados Unidos. No se observaron los mismos beneficios en mujeres que tenían presión arterial alta durante la gestación.
Estudios previos han sugerido que las mujeres obtienen beneficios de salud a corto plazo por la lactancia. Mientras que algunos trabajos han analizado los resultados mucho más adelante en la vida, esta nueva investigación es la primera en evaluar
cómo la lactancia materna afecta a los marcadores de la salud cardiaca en mujeres jóvenes y de mediana edad, aproximadamente una década después de tener hijos.
El estudio refuerza la evidencia de
los beneficios de la lactancia materna entre las mujeres con presión arterial normal durante el embarazo y, según sus autores, es el primero en examinar específicamente si estos beneficios también se dan en mujeres con presión arterial alta durante el embarazo.
"El estudio se suma a la evidencia de que la lactancia es importante no sólo para el bebé, sino también para la madre", afirma el autor principal de esta investigación,
Malamo Countouris, investigadora en Cardiología de la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos. "La lactancia parece ser cardioprotectora en estas mujeres, como lo demuestra las mejoras en el
colesterol y los marcadores de
enfermedad cardiovascular subclínica", detalla.
El seguimiento fue de un promedio de 11 años
Las participantes del estudio fueron 678 mujeres que fueron reclutadas en más de 52 clínicas de todo Michigan, Estados Unidos, entre 1998 y 2004. Las mujeres estaban embarazadas en el momento en que se inscribieron en el estudio y luego participaron en una evaluación de salud durante un seguimiento de 7 a 15 años más tarde (un promedio de más de 11 años).
Durante la evaluación de seguimiento, las participantes informaron cuánto tiempo habían amamantado después de cada embarazo y los científicos midieron la presión arterial, el colesterol, los triglicéridos y el diámetro y grosor de la arteria carótida. Estos factores se utilizan comúnmente para
evaluar el riesgo de enfermedad cardiaca porque proporcionan una alerta temprana de potenciales problemas en pacientes que todavía no tienen enfermedad cardiaca.
En su análisis, los investigadores dividieron a las mujeres en tres grupos: las que nunca amamantaron (157 mujeres), las que amamantaron durante menos de seis meses por embarazo (284 mujeres) y las que amamantaron durante seis meses o más por embarazo (133 mujeres). Analizaron por separado a las mujeres que tenían presión arterial alta y las que poseían presión arterial normal durante el embarazo.
Mejores niveles de colesterol bueno y menos triglicéridos
En promedio, las mujeres que amamantaron durante más tiempo eran mayores, poseían un índice de masa corporal más bajo y tenían un estatus socioeconómico más alto. Después de ajustar estos y otros posibles factores de confusión, los investigadores encontraron que las mujeres con presión arterial normal durante el embarazo que amamantaron durante seis meses o más presentaban niveles significativamente más altos de HDL,
colesterol "bueno", triglicéridos más bajos y grosor de la arteria carótida más saludable en comparación con aquellas que nunca habían amamantado
Los investigadores dividieron a las mujeres en 3 grupos
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Los hallazgos sugieren que las mujeres pueden reducir su riesgo de enfermedad cardiaca al amamantar durante al menos seis meses por gestación. Aunque no se conocen los mecanismos fisiológicos específicos, Countouris señala que una hipótesis es que la lactancia materna
eleva la expresión de la hormona oxitocina, que puede disminuir la presión arterial. También se ha formulado la hipótesis de que la lactancia podría contrarrestar algunos de los
cambios metabólicos que ocurren durante el embarazo.
"Todavía hay muchas cosas que no entendemos sobre la acumulación de riesgos cardiovasculares en las mujeres -afirma Countouris-. Examinar cómo el embarazo puede aumentar o quizás mitigar parte de ese riesgo puede darnos una idea de la presentación única y el desarrollo del riesgo de enfermedad cardiaca en las mujeres".
Faltan más estudios
Los científicos no hallaron evidencia de beneficio cardiovascular de la lactancia materna entre las mujeres que tenían presión arterial alta durante el embarazo. Countouris apunta que el número de participantes en el estudio con esta condición puede haber sido demasiado pequeño como para revelar algún beneficio cardiovascular potencial de la lactancia materna entre estas mujeres.
Otra limitación del estudio es que los investigadores confiaron en la información aportada por las participantes para obtener información sobre presión arterial alta o preeclampsia, un trastorno del embarazo caracterizado por presión arterial alta y proteína en la orina y un factor de riesgo conocido de enfermedad cardiaca, que ocurrió en embarazos posteriores a aquel en que se recopilaron los datos iniciales.
Según los investigadores, hacen falta más estudios con más participantes o que rastreen a las mujeres durante un periodo más largo para ayudar a esclarecer los factores que contribuyen al riesgo cardiovascular entre las mujeres con presión arterial alta y normal durante el embarazo.
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