Las personas que trabajan largas horas tienen mayor riesgo de desarrollar fibrilación auricular, según revela un estudio realizado en casi 85.500 hombres y mujeres que se publica este viernes en European Heart Journal. El estudio muestra que, en comparación con las personas que trabajaron una semana normal de entre 35 o 40 horas, las que trabajaron 55 horas o más registraron aproximadamente un 40 por ciento más de probabilidades de desarrollar fibrilación auricular durante los siguientes diez años.
Por cada 1.000 personas en el estudio, se produjo un adicional de 5,2 casos de fibrilación auricular entre los que trabajan largas horas durante el seguimiento de diez años. El director de la investigación, Mika Kivimaki, del Departamento de Epidemiología del University College London, en el Reino Unido, detalla que “estos hallazgos demuestran que las largas horas de trabajo están asociadas con un mayor riesgo de fibrilación auricular, la arritmia cardiaca más común. Esto podría ser uno de los mecanismos que explican el aumento del riesgo de accidente cerebrovascular observado anteriormente entre los que trabajan largas horas. Se sabe que la fibrilación auricular contribuye al desarrollo de accidente cerebrovascular y también otros resultados adversos de salud, como insuficiencia cardiaca y la demencia relacionada con el accidente cerebrovascular”.
Los investigadores analizaron datos de 85.494 hombres y mujeres de Reino Unido, Dinamarca, Suecia y Finlandia. Evaluaron las horas de trabajo de los participantes cuando se incorporaron al estudio entre 1991 y 2004 y las clasificaron como inferiores a 35 horas a la semana, de 35 a 40 horas, que se consideraron las horas de trabajo estándar de los trabajadores a tiempo completo, de 41 a 48 horas, de 49 a 54 horas y 55 horas o más a la semana. Ninguno de los participantes presentó fibrilación auricular al inicio de los estudios.
Más de 55 horas de trabajo elevan 1,4 veces el riesgo
Durante el periodo de seguimiento de diez años, hubo 1.061 nuevos casos de fibrilación auricular, lo que dio una tasa de incidencia de 12,4 por 1.000 personas en el estudio, pero entre las 4.484 personas que trabajaban 55 horas o más, la incidencia fue de 17,6 por 1.000. “Los que trabajaron largas horas tenían un riesgo 1,4 veces mayor de desarrollar fibrilación auricular, incluso después de haber ajustado los factores que podrían afectar al riesgo, como la edad, el sexo, el estatus socioeconómico, la obesidad, el tiempo libre la actividad física, el tabaquismo y el consumo de alcohol”, apunta Kivimaki.
“Se produjeron nueve de cada diez casos de fibrilación auricular en personas que estaban libres de enfermedad cardiovascular preexistente o concurrente, lo que sugiere que el aumento del riesgo es probable que refleje el efecto de largas horas de trabajo en lugar del efecto de cualquier enfermedad preexistente o concurrente, pero se necesitan más investigaciones para comprender los mecanismos involucrados”, añade.
“Un 40 por ciento más de riesgo adicional es un riesgo importante para las personas que ya tienen un elevado riesgo global de enfermedad cardiovascular por otros factores de riesgo como edad avanzada, sexo masculino, diabetes, presión arterial alta, colesterol alto, sobrepeso, inactividad o una enfermedad cardiovascular establecida. Para un joven sano con pocos o ninguno de estos factores de riesgo, el riesgo absoluto de fibrilación auricular asociado a largas horas de trabajo es pequeño”, detalla.
El estudio tiene algunas limitaciones, entre ellas el hecho de que las horas de trabajo solo se evaluaron una vez al principio del estudio y que no se registró el tipo de trabajo (por ejemplo, si se trata de turnos nocturnos de trabajo). Sin embargo, Kivimaki señala que “la gran fortaleza del estudio fue su tamaño, con cerca de 85.000 participantes, lo que lo hace grande para el estándar de cualquier estudio en este campo”.
“Por supuesto, la supervisión de las horas de trabajo durante varios años sería más ideal que una única medida al inicio del estudio, pero no creo que los resultados hubieran sido dramáticamente diferentes con repetidas mediciones de las horas de trabajo, porque las personas tienden a mantener sus patrones de trabajo. Ante la actual ausencia de ensayos con la fibrilación auricular como resultado primario en la población general, los hallazgos de estudios observacionales como este son particularmente importantes para ofrecer información sobre los determinantes del estilo de vida de esta enfermedad”, concluye.
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