Las
etnias y las
condiciones sociodemográficas,
económicas y culturales tan diversas que se dan en Latinoamérica "pueden llevar a la necesidad de enfoques diferentes ante las enfermedades cardiovasculares". Así lo explica la cardióloga
Cecilia Bahit y principal autora de la
guía de práctica clínica de la
Sociedad Interamericana de Cardiología (SIAC) sobre la prevención primaria de enfermedad cardiovascular en la mujer. Según la especialista, "las
mujeres latinoamericanas tienen mayor riesgo atribuible para infarto agudo de miocardio que las mujeres del resto del mundo". Por ello, este nuevo documento establece 15 líneas estratégicas para paliar esta problemática.
Las tres características que se deben abordar como prioridad son las siguientes: "La
historia familiar de enfermedad cardiaca prematura, sobre todo tenerla en cuenta en adultos con riesgo bajo o intermedio en la estratificación del riesgo cardiovascular;
dislipenias, ante las que recomienda controlar los factores de riesgo cardiovascular asociados y cambios de estilo de vida, cribar los lípidos y lipoproteínas; y
determinar el riesgo de sufrir esta patología en mujeres".
A estas le siguen las siguientes líneas estratégicas para paliar e intentar reducir la prevalencia de la
enfermedad cardiovascular en las mujeres:
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Sobrepeso y obesidad: Mantener un peso saludable con índice de masa corporal de 18,5 a 24,9 kg/m2 y perímetro de cintura inferior a 88 cm en mujeres. También debe transmitirse en cada oportunidad que se tenga el aumento del riesgo cardiovascular, de diabetes, mortalidad y disminución de la expectativa de vida que tiene la mujer con obesidad.
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Actividad física: En el caso de las niñas, adolescentes y jóvenes se recomienda realizar 60 minutos diarios de actividad física aeróbica de intensidad moderada a vigorosa, incorporando ejercicios de resistencia y fortalecimiento por lo menos tres días a la semana. En embarazadas, realizar actividad física de intensidad moderada, por lo menos 150 minutos semanales. En mujeres adultas y mayores, llevar a cabo 150 a 300 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada.
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Tabaquismo: En cada consulta médica se debe incluir el consumo de tabaco o exposición al humo de tabaco y el estado de fumador deberá ser registrado. Asimismo, las mujeres fumadoras deben recibir enfáticamente la recomendación de abandonar el hábito, y también se debe recomendar en todas las mujeres fumadora el tratamiento combinando de estrategias cognitivo-conductuales y farmacoterapia.
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Hipertensión arterial: En la mujer joven con hipertensión, premenopáusica se debe pesquisar causas de hipertensión arterial secundaria con elección de fármaco adecuado al hallazgo.
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Factores psicosociales, estrés y depresión: Se debe realizarse investigación de factores psicosociales, estrés y depresión en mujeres en prevención primaria de enfermedad cardiovascular para estratificar correctamente el riesgo cardiovascular.
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Enfermedades autoinmunes: Las mujeres con enfermedad autoinmune presentan un riesgo de enfermedad cardiovascular elevado y expectativa de vida reducida por lo que se recomienda evaluación del riesgo cardiovascular y control intensivo de factores de riesgo cardiovascular.
Otras recomendaciiones de la guía de la SIAC
Junto a todas estas, Bahit también establece que "la
Cardiooncología se debe incluir en la anamnesis los antecedentes oncológicos y el tipo de tratamiento recibido para evaluar el perfil de riesgo de la paciente". A este respecto, la cardióloga explica que la guía también fija la "
menopausia como otra de las recomendaciones a tener en cuenta para tratar la enfermedad cardiovascular, ya que es necesario indagar sobre la
historia ginecológica de las pacientes, incluyendo la edad de menarquia, durante el cribado de factores de riesgo cardiovascular".
La
insuficiencia ovárica prematura, menopausia y terapia hormonal, y el síndrome de ovario poliquístico son otros dos puntos que recoge la guía de la SIAC. Respecto a la primera, Bahit detalla que "se recomienda indagar, en la primera consulta, la historia ginecoobstétrica, incluyendo la edad de aparición de la menopausia para determinar la presencia de insuficiencia ovárica prematura o menopausia temprana".
En cuanto al síndrome de ovario poliquístico, la cardióloga llama a "todas
aquellas mujeres en edad fértil con sobrepeso u obesidad para que sean sometidas a estudios y descartar así esta patología". Y, por último, Bahit añade tres recomendaciones más para abordar la
enfermedad cardiovascular en las mujeres: "Trastornos asociados al embarazo y las medidas no farmacológicas y farmacológicas en prevención primaria", concluye.
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