Un
estudio realizado por el
Área de Cardiología del Hospital Alto Guadalquivir, de Andújar (Jaén), ha demostrado que el s
eguimiento de una dieta equilibrada constituye un
pilar fundamental para la
rehabilitación cardiaca, más que el ejercicio físico.
Concretamente, según ha informado en una nota el centro sanitario, se ha justificado que seguir una dieta equilibrada
mejora más de un 15 por ciento la
supervivencia de los
pacientes cardiovasculares sin sufrir un segundo evento, descrito como infarto, angina inestable, lesión coronaria o ictus.
El trabajo, que ha sido ha presentado en el marco del
Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares SEC 2018, en Sevilla, ha analizado a
399 pacientes de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del hospital andujareño entre los años 2008 y 2018.
Todos ellos habían sufrido un
evento cardiovascular y, además, el 54 por ciento padecía
hipertensión arterial, el 31 por ciento tenía
diabetes, el 62 por ciento
dislipemia (altos niveles de colesterol y/o triglicéridos) y el 51,4 por ciento
fumaba.
Se evaluó durante una media de
4,57 años la adopción por parte de los pacientes de una dieta saludable, práctica de ejercicio físico y adhesión al tratamiento farmacológico por parte de personal de enfermería entrenado, usando la escala Likert, que consiste en puntuar del uno al cinco según el nivel de acuerdo o desacuerdo.
Predominio de frutas y verduras
Carmen Rus Mansilla, cardióloga del centro y miembro de la Sociedad Española de Cardiología (
SEC), además de ser la primera firmante de estudio, ha explicado en qué consiste una dieta saludable. "Se trata de un predominio de
verduras y frutas,
aceite de oliva como grasa fundamental,
más pescado que carne,
cereales con fibra y la
eliminación total de los azúcares, la bollería industrial y los productos procesados. También es importante
reducir la sal a menos de cinco gramos al día", ha afirmado.
No existieron diferencias estadísticamente significativas entre los que seguían las pautras de ejercicio físico y los que no
|
En cuanto al
ejercicio físico, las recomendaciones que se dieron fueron de
al menos 30 minutos al día de ejercicio moderado o bien
15 minutos al día de ejercicio
vigoroso entre cinco y siete días a la semana.
"Respecto al
cumplimiento terapéutico, nos gusta hablar de adherencia al tratamiento cuando el paciente toma todas sus pastillas todos los días y todas las dosis, pero en los distintos estudios se considera cumplimiento cuando se toma entre un 80-110 por ciento de su tratamiento", ha añadido.
Papel fundamental del paciente y su autocuidado
La
mitad de quienes cumplieron la dieta adecuada
no sufrió ningún evento cardiovascular en 3.206 días, mientras que en el grupo de 'no cumplimiento' la cifra se redujo a 2.712 días, lo que supone un 15,4 por ciento más de supervivencia sin eventos.
En el caso del desempeño de
ejercicio físico de manera regular no existieron diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos. La adherencia al tratamiento mejoró la supervivencia libre de eventos en la mitad de los pacientes durante
3.058 días versus 2.687 (un doce por ciento menos).
"Las conclusiones de esta investigación refuerzan el
papel fundamental que juega el
paciente y su
autocuidado en el desarrollo de la
enfermedad isquémica", ha manifestado la especialista.
Igualmente, ha destacado el "papel crucial" que juegan las
unidades de rehabilitación cardiaca en la educación del paciente, "para que sepa que vencer a la enfermedad está en sus propias manos, cambiando a un estilo de vida saludable".
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.