La Sección de Cardiología Geriátrica de la
Sociedad Española de Cardiología (SEC) celebra mañana, 23 de septiembre, su reunión anual en el Ilustre
Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem). El encuentro tiene como objetivo repasar las últimas novedades relativas al manejo de la
enfermedad cardiovascular en el paciente mayor. En una de las sesiones más destacadas de la reunión, los expertos repasarán la importancia de hacer una correcta valoración nutricional en el paciente mayor con insuficiencia cardiaca avanzada.
Según diversos estudios, la
desnutrición afecta en torno al 12 por ciento de los pacientes con insuficiencia cardiaca, tanto en el ámbito hospitalario como en el ambulatorio, siendo más frecuente en el paciente anciano y en aquellos con insuficiencia cardiaca avanzada; es decir, quienes presentan síntomas graves y persistentes a pesar de seguir un tratamiento adecuado.
Como explica
Juan Luis Bonilla, cardiólogo del Hospital San Juan de la Cruz, detectar la desnutrición es de gran importancia en este grupo de pacientes por dos motivos: “Primero, porque el
paciente desnutrido tiene una evolución más desfavorable que aquel que no lo está -su riesgo de fallecer es casi tres veces mayor- y segundo, porque una intervención nutricional puede mejorar su pronóstico”.
Intervención nutricional individualizada
En este sentido, varios estudios han demostrado que una
intervención nutricional individualizada, ajustada a las necesidades de cada paciente, reduce de forma significativa el riesgo de ingreso hospitalario por descompensación y mejora la supervivencia del paciente. Dichos estudios basan la intervención nutricional en varios aspectos esenciales:
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Optimizar la dieta del paciente para alcanzar unos objetivos nutricionales adecuados en cuanto a la cantidad de proteínas, grasas, hidratos de carbono y calorías.
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Educación nutricional al paciente y/o sus cuidadores con el mismo objetivo.
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Si lo anterior no es suficiente para alcanzar los objetivos nutricionales marcados, usar suplementos nutricionales convenientemente diseñados.
Por todo esto, Bonilla recomienda realizar la
valoración nutricional a los pacientes con insuficiencia cardiaca de forma rutinaria. “Especialmente a los más vulnerables; es decir, a los ancianos y a aquellos con insuficiencia cardiaca avanzada. Además, aquellos en los que se detecte un estado de desnutrición deben ser sometidos a una
intervención nutricional individualizada para mejorar su pronóstico”, detalla el cardiólogo.
En este contexto, la Sección de Cardiología Geriátrica de la SEC ha elaborado un protocolo de cribado y abordaje nutricional en el paciente mayor con insuficiencia cardiaca. “Se trata de un
trabajo multidisciplinar que, creemos, facilitará el abordaje del paciente mayor con insuficiencia cardiaca y desnutrición”, explica por su parte
Ana Ayesta, presidenta de la Sección de Cardiología Geriátrica de la SEC.
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