El Colegio Americano de
Cardiología y la Asociación Americana del
Corazón han lanzado las nuevas recomendaciones para la definición de
hipertensión y los umbrales de
presión sistólica o
diastólica para el inicio de tratamientos. La nueva guía ha sido publicada en las revistas
Journal of the American College of Cardiology e
Hypertension.
“La meta es proporcionar una guía exhaustiva para el
diagnóstico, prevención, evaluación, tratamiento y, algo muy importante, estrategias para mejorar las tasas de control durante el tratamiento”, ha destacado Paul Whelton, presidente de las Guías de Hipertensión 2017.
La definición de presión sanguínea normal no ha cambiado desde el anterior documento, pero las nuevas guías
eliminan la diferencia entre prehipertensión e hipertensión y divide esos niveles en presión elevada, con una presión diastólica entre 120 y 129 mm Hg y diastólica menor de 80 mm Hg, e hipertensión en estadio 1, que ahora se define como presión sistólica entre 130 y 139 o diastólica de 80 a 89 mm Hg.
Al comité redactor de la guía no le ha convencido el término ‘prehipertensión’ por dar una sensación de que no hay un riesgo, y este sin embargo es sustancial: el doble para un ataque al corazón comparado con una presión arterial normal.
Paul Munter, primer autor del estudio, ha destacado que la nueva guía “resulta en un aumento sustancial de la prevalencia de hipertensión, pero un incremento pequeño en el porcentaje de adultos a los que se les recomienda medicación anti-hipertensiva”. Las nuevas guías, además, recomienda un tratamiento para bajar la tensión más intenso que los actuales.
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