Un estudio demuestra una
relación causal entre la contaminación atmosférica y los infartos, siendo las
personas no fumadoras aquellas con mayor riesgo de sufrirlos. Sin embargo, la investigación, llevada a cabo por el Registro de Infartos de Miocardio de Berlín-Brandemburgo (B2HIR), respalda que "los fumadores, que ya inhalan humo, no se vieron afectados por el aire sucio", explica
Insa de Buhr-Stockburger, principal autora del trabajo.
La investigación ha sido presentada en el Congreso de la
Sociedad Europea de Cardiología (ESC) celebrado en Barcelona. En el encuentro, Buhr-Stockburger ha asegurado que "la correlación entre la contaminación del aire y los
infartos de miocardio en nuestro estudio estuvo ausente en los fumadores. Esto puede indicar que el
aire viciado puede causar realmente infartos, ya que los fumadores, que se autoinflaman continuamente con los contaminantes del aire, parecen menos afectados por los contaminantes externos adicionales".
Para obtener dichos resultados, el estudio investigó "las
asociaciones del óxido nítrico, las partículas de diámetro inferior a 10 µm (micrómetro) y el
clima con la incidencia de infarto de miocardio en Berlín". Asimismo, el trabajo contó con la inclusión de 17.873 pacientes con un infarto de miocardio entre 2008 y 2014 inscritos en el B2HIR.
En este sentido, las cifras diarias de infarto de miocardio agudo se extrajeron de la base de datos del B2HIR junto con las características basales de los pacientes, como el
sexo, la edad, el hábito de fumar y la diabetes. Según detalla Buhr-Stockburger, "las concentraciones diarias de las partículas PM10 y óxido nítrico en toda la ciudad se obtuvieron del Senado de Berlín. La información sobre la
duración de la insolación, la
temperatura mínima y máxima y las precipitaciones se obtuvieron de la estación meteorológica de Berlín Tempelhof y se combinaron con los datos sobre la incidencia del infarto de miocardio y la contaminación atmosférica".
Asociación entre miocardio agudo y contaminación
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron las asociaciones entre la
incidencia de miocardio agudo y las
concentraciones medias de contaminantes en el mismo día, el día anterior y una media de los tres días anteriores entre todos los pacientes y según las características de partida. También se analizaron las asociaciones entre la incidencia de infarto agudo y los parámetros meteorológicos.
En cuanto a la
contaminación, el
infarto de miocardio fue significativamente más frecuente en los días con altas concentraciones de óxido nítrico, con una incidencia un 1 por ciento mayor por cada 10 µg/m3 de aumento. El infarto de miocardio también fue más frecuente cuando hubo una concentración media elevada de PM10 durante los tres días anteriores, con una incidencia un 4 por ciento mayor. Esta incidencia no se vio afectada en los fumadores por las concentraciones de óxido nítrico y PM10.
En cuanto al
clima, la incidencia de
infarto de miocardio estaba significativamente relacionada con la temperatura máxima, con una incidencia un 6 por ciento menor por cada 10°C de aumento de la temperatura.
No se detectaron asociaciones con la duración de la luz solar ni con las precipitaciones.
Tal y como recalca Buhr-Stockburger, "el estudio indica que el
aire sucio es un factor de riesgo de infarto agudo de miocardio y que es necesario realizar más esfuerzos para
reducir la contaminación procedente del tráfico y la combustión. La causalidad no puede establecerse mediante un estudio observacional. Es plausible que la contaminación del aire sea una causa que contribuya al infarto de miocardio, dado que el óxido nítrico y las PM10 promueven la inflamación, la
aterosclerosis está causada en parte por procesos inflamatorios, y no se encontraron asociaciones en los fumadores", concluye.
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