Incluso las
actividades físicas de
bajo nivel, como caminar o cultivar un huerto, están
asociadas con un
menor riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, cáncer o por cualquier causa, según concluye un estudio observacional publicado en la edición digital de 'British Journal of Sports Medicine'.
Según los autores,
mayores cantidades de actividad o
actividades más vigorosas, como correr, montar en bicicleta y deportes competitivos, están asociadas con
beneficios adicionales para la
salud que no se ven sopesadas por los riesgos de participar en estas actividades.
Cada año, se pregunta a una muestra representativa de la población de Estados Unidos sobre sus comportamientos de salud y estilo de vida en las 'Encuestas Nacionales de Entrevistas de Salud'. Los autores utilizaron los datos recopilados a través de las encuestas entre 1997 y 2008 para estimar los niveles de actividad de
88.140 personas de 40 a 85 años, y vincularon esos datos con las muertes registradas hasta el 31 de diciembre de 2011.
Utilizaron las definiciones de las directrices de 2008 en EEUU
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores calcularon la
actividad física total de los participantes utilizando las
definiciones de las directrices de 2008 de Estados Unidos, que equivalen aproximadamente a
un minuto de actividad vigorosa como correr, hacer bicicleta rápido o deportes competitivos como equivalente a
dos minutos de actividad de intensidad moderada, como caminar a paso ligero, labores de jardinería o baile. Solo se tuvieron en cuenta las actividades que duraron al
menos diez minutos continuos.
"Solo se tuvieron en cuenta actividades que duraron al menos 10 minutos continuos"
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En comparación con las personas que estaban inactivas, las personas que participaron en
actividades físicas moderadas durante
10 a 59 min/semana durante su tiempo libre tuvieron un
18 por ciento menos de riesgo de muerte por cualquier causa durante el periodo de estudio, y los beneficios para la salud siguieron aumentando a medida que los niveles de actividad subieron.
Las pautas de Estados Unidos de 2008 recomiendan al menos
150 minutos por semana de actividad moderada realizada en, como mínimo,
10 minutos, y las personas que participaron en
150-299 min/semana redujeron su riesgo general de muerte en un
31 por ciento. Aquellos que registraron
diez veces esta cantidad (1.500 minutos o más por semana) casi redujeron a la mitad su riesgo (
46 por ciento menos).
Menos riesgo de muerte por cáncer o eventos cardiovasculares
Las
reducciones en el
riesgo de muerte por cáncer también se correspondieron con mayores niveles de actividad. En términos de riesgo de muerte por eventos cardiovasculares como
accidentes cerebrovasculares y
ataques cardiacos, las personas que estuvieron activas durante 10-59 min/semana durante su tiempo libre vieron que su riesgo disminuyó en un 12 por ciento, y las que lo hicieron 120-299 min/semana en un 37 por ciento, en comparación con las personas que estaban inactivas.
Sin embargo,
niveles mucho mayores de actividad física no se
vincularon con
mayores beneficios; los individuos que estuvieron activos durante
1.500 minutos o más por semana tuvieron un
riesgo reducido de muerte por enfermedad cardiovascular del
33 por ciento, por lo que su riesgo de muerte fue ligeramente mayor que aquellos que cumplieron con los niveles de actividad recomendados, pero que realizaron cantidades más moderadas.
Este es un
estudio observacional, y como tal,
no puede establecer la
causa, y también se basó en los
niveles de actividad de los participantes. Sin embargo, los autores señalan que el estudio también tiene muchos
puntos fuertes, incluido su
gran tamaño de muestra representativo de la población de Estados Unidos, y que sus hallazgos respaldan las recomendaciones de Estados Unidos sobre los niveles de actividad.
Actividad vigorosa para personas con poco tiempo
El estudio también mostró que las personas que participaban en actividades físicas vigorosas tenían un
riesgo de muerte significativamente menor que aquellas que solo hacían actividad física ligera/moderada, por lo que los autores recomiendan, al igual que las pautas de Estados Unidos, que las personas con poco tiempo deberían considerar hacer actividades más vigorosas.
Admiten que alcanzar los niveles más altos de actividad física evaluados -
1500 minutos o más por semana- "es
difícil de lograr para un adulto que trabaja". "La participación en la
actividad de intensidad vigorosa es
más eficiente en el tiempo que la actividad de intensidad moderada -afirman los autores-. La actividad física de intensidad vigorosa puede ser una opción atractiva para individuos sanos con tiempo limitado".
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