Cirujanos cardiovasculares del
Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada han implantado un
desfibrilador subcutáneo a un
niño de 5 años, convirtiéndose en el primer caso conocido en España en el que se usa este dispositivo sin cables en un menor con un
peso inferior a los 20 kilogramos.
La directora gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS),
Francisca Antón, ha acompañado este viernes al equipo de profesionales que, con una "
magnífica coordinación" ha hecho posible resolver con éxito este complejo caso, ensalzando su
alta cualificación y felicitándoles por haber protagonizado "un nuevo hito en la sanidad pública granadina y andaluza".
El pequeño, que se llama Alejandro, sufrió el pasado 25 de abril una parada cardiaca, por lo que su familia acudió al consultorio de Zújar, el dispositivo sanitario más próximo. Los profesionales médicos y de Enfermería del centro iniciaron de manera inmediata las
maniobras de resucitación cardiopulmonar, que prosiguieron los profesionales del equipo móvil de Urgencias que lo trasladaron hasta el Hospital de Baza para realizar las
primeras pruebas diagnósticas y estabilizarlo.
Posteriormente, el menor fue trasladado al Hospital Virgen de las Nieves por un equipo del 061, donde ingresó en la
Unidad de Cuidados Intensivos del Materno Infantil para recibir el
tratamiento más adecuado a su patología.
El pequeño tenía un tumor de unos 5 centímetros en el corazón
|
En el hospital se le diagnosticó una
patología rara por su
baja incidencia tras realizar pruebas de ecocardiografía y resonancia magnética, para lo que el menor requirió estar
ingresado en UCI durante una semana. Se trata de un tumor de gran tamaño en el corazón, de unos 5 centímetros, en concreto, un fibroma del tabique interventricular, el muro que separa el ventrículo derecho del izquierdo.
Este tumor
comprimía las cavidades cardiacas, principalmente la derecha, rozando la arteria principal de la que se nutre el corazón (
arteria descendente anterior) y poniendo en riesgo su vida con la
aparición de arritmias graves, es decir, fallos eléctricos del corazón.
Dos intervenciones quirúrgicas
Ante la gravedad de la situación, y tras el estudio del caso por el equipo d
e Cirugía Cardiaca Infantil, se decidió intervenir al pequeño en una cirugía programada para el 16 de mayo. Por la proximidad de la lesión a la arteria descendente, se optó por
extirpar el tumor con una novedosa técnica que permite ir eliminando por capas o láminas el tumor. Se trata de una cirugía
menos cruenta y de menor riesgo. Tras su extirpación, se
reconstruyeron las cavidades cardiacas, devolviendo al
corazón una forma anatómica normal.
El procedimiento quirúrgico se prolongó hasta
cinco horas, durante las cuales se consiguió
eliminar más del 80 por ciento del tumor y reconstruir las cavidades cardiacas y el tabique interventricular del menor. La
evolución del niño fue
favorable, y tras dos días en la Unidad de Cuidados Intensivos, pasó a la planta de Cirugía Pediátrica.
A pesar de haber realizado esta primera intervención, de urgencia vital, seguía existiendo el riesgo de que volviera a producirse una
arritmia y una n
ueva parada cardiaca, ya que este equipo tuvo que dejar el
mínimo volumen de tumor cardiaco -menos del 20 por ciento-, para
poder preservar la arteria descendente anterior. De no hacerlo, existía un
alto riesgo de fallecimiento del menor durante la intervención.
El procedimiento quirúrgico se prolongó hasta 5 horas
|
Cirujanos cardiovasculares, cardiólogos pediátricos y cardiólogos de la Unidad de Arritmias valoraron, por tanto, la
incorporación de un sistema de desfibrilación, una
compleja opción terapéutica tratándose de un menor de tan corta edad, con poco peso (19,5 kilogramos) y con un
precedente de tumor cardiaco, reconstrucción de cavidades cardiacas y muerte súbita.
Estos desfibriladores son dispositivos capaces de detectar los cambios del ritmo cardiaco y de tratar mediante un choque eléctrico las arritmias ventriculares que ponen en peligro la vida, devolviendo al
corazón a su ritmo normal.
Desfibrilador subcutáneo sin cables
El equipo responsable de la atención de Alejandro optó por implantar un
desfibrilador subcutáneo para adultos que, aunque de mayor tamaño,
no lleva cables ni ningún otro componente dentro del corazón. Con ello, aseguraban que se
eliminarían los riesgos de infección y trombos, así como la
dificultad de operar sobre un corazón ya sometido a una compleja cirugía previa.
Estos dispositivos subcutáneos se implantan a
nivel torácico, y en los pocos casos que se han realizado en niños, se han implantado en
zona abdominal. No obstante, en el caso del pequeño Alejandro, por su edad y bajo peso, se decidió hacerlo a este nivel con una
técnica modificada para ubicarlo
entre los músculos dorsales, de forma anatómica en el costado.
Esta segunda intervención se realizó con éxito nuevamente, gracias al trabajo en equipo de los especialistas de Cirugía Cardiaca, Cardiología Pediátrica y Anestesiología, permitiendo que el menor recibiera el
alta hospitalaria el pasado 8 de junio, justo un día antes de la boda de su tía, a la que pudo acudir con total normalidad.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.