La primera reacción para salvar la vida de un deportista cuando cae desplomado no debe ser evitar que se trague la lengua, según un estudio publicado en la revista HeartRhythm.
Para llegar a dicha conclusión un equipo de investigación internacional analizó 29 videos disponibles de 1990-2017 de muerte súbita cardiaca (SCA) o pérdida de conciencia durante una competición deportiva.
En un 65 por ciento de los casos la primera reacción fue intentar impedir que el deportista se tragara la lengua, ya fuera metiendo los dedos en su boca, poniéndole de lado o sacudiendo su cabeza. Solo en un 38 por ciento lo acompañó con una maniobra de compresión en el pecho para la reanimación. Además, en solo dos ocasiones se trasladó un desfibrilador al lugar de la hechos y, en uno de ellos, no llegó hasta pasados diez minutos. De los atletas que presentaron un paro cardiaco, únicamente el 36 por ciento sobrevivió.
Según la autora principal, Dana Viskin, "los episodios de parada cardiaca de deportistas registrados en vídeo y disponibles en internet ofrecen un retrato muy preocupante de cómo los compañeros de equipo responden ante la situación de manera incorrecta. Prevenir o intentar evitar que se traguen la lengua suele ser la prioridad".
¿De dónde viene este mito? Los científicos apuntan a que los grandes medios han contribuido a difundir este enfoque erróneo y ejemplifican con un artículo de la BBC que recomendaba de manera errónea e irresponsable a los compañeros y médicos que eviten que el afectado se tragara la lengua.
El especialista en Arritmia Cardiaca de la Universidad de Washington, Peter J. Kudenchuk, hace hincapié en que los momentos iniciales son los más críticos, ya que todas las labores de emergencia que les suceden dependen de que la muerte súbita cardiaca sea rápidamente reconocido primero y luego tratado de manera apropiada. "Es durante este período de tiempo cuando la batalla por la supervivencia se puede perder con facilidad, sobre todo si la SCA se confunde con algo menos inmediato que amenaza la vida, se llevan a cabo tratamientos equivocados o, directamente, ni se dan".
Masaje cardíaco
En el pasado, las guías para la reanimación cardiopulmonar se regían por el criterio ABC (Vía aérea/Respiración/Compresiones, por sus siglas en inglés), pero en 2010 se actualizó y se pusieron por delante las compresiones, asumiendo que todos los desvanecimientos son causados por una muerte súbita cardiaca.
Peter J. Kudenchuk recomienda que "lo único que hay que hacer es preguntarse dos cosas: '¿Está el paciente consciente?' y '¿Está respirando?'. Si la respuesta a ambas es 'No' debemos empezar inmediatamente con el masaje cardíaco. Y aplicar este sencillo mecanismo está aumentando los índices de supervivencia".
La falta de conocimiento de estos protocolos preocupa a los cardiólogos. De hecho, Dana Viskin reconoce que "desde que empezamos nuestra investigación sobre este tema hemos tenido que añadir al menos otros tres casos a nuestras estadísticas, incluyendo uno reciente, que no incluimos en este estudio, que afectó a un jugador de fútbol en Holanda. Llama la atención que el mundo avanza rápidamente en materia de tecnología, equipamiento médico e investigación, pero en un asunto de vida o muerte y que ven millones de espectadores en todo el planeta, parecemos llevar una década de retraso".
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