El potencial de las
estatinas para la prevención primaria de
eventos cardiovasculares –es decir, en personas que no han vivido uno hasta el momento– ha sido
puesto en tela de duda en los últimos años. Al ser un medicamento bien conocido y de bajo precio, existe la sospecha de una sobreprescripción en personas que, en principio, no las necesitan. Sin embargo, un nuevo estudio vuelve a colocar estos fármacos en el lado positivo de la balanza, al menos para los
mayores de 75 años.
La principal fortaleza de este trabajo, publicado en
JAMA, es el número de participantes: se trata de un estudio retrospectivo de cohortes que realiza un análisis de
más de 300.000 veteranos de guerra estadounidenses (la mediana de edad fue de 81 años, casi todos hombres y blancos) entre 2002 y 2012, de los cuales 57.000 iniciaron tratamiento con estatinas en dicho periodo.
Los investigadores, liderador por
Ariela R. Orkaby, del Boston Health Care System, vieron que aquellos hombres sin historia previo de eventos cardiovasculares que comenzaron a tomar estatinas tenían un riesgo un 25 por ciento menor de morir por cualquier causa, y un 20 por ciento menor de hacerlo por un evento cardiovascular, que individuos de edad y condición similar a los que no se les prescribió.
“Partiendo de la base de que es un estudio de cohortes retrospectivo, no podemos testar una relación causal estrecha, pero el tamaño de la muestra es importante y los datos están ahí”, explica
Francisco José Fuentes, internista del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba y portavoz de la Sociedad Española de Medicina Interna.
“Los datos son contundentes”, reconoce, si bien, recuerda que este estudio “habría que refrendarlo en ensayos prospectivo y ensayos clínicos”.
¿A quién consideramos anciano?
Fuentes recuerda que un metaanálisis publica en
The Lancet de 28 ensayos clínicos y 128.000 pacientes también refrendaba el potencial para la prevención primaria de las estatinas. ¿El problema? “
Solo el 8 por ciento de los participantes era mayor de 75 años”. De ahí que este nuevo estudio cobre importancia.
Sin embargo, la edad no es tan importante como otros factores. “¿A quién consideramos anciano? Puedes tener 76 años y una calidad de vida estupenda. Influye la capacidad funcional, el estado de fragilidad de la persona, la expectativa de vida…
Es lógico que en personas con comorbilidades no esté indicado el uso de estatinas, pero en una persona de 75 años sin comorbilidades importantes, ¿por qué no?”
Ensayos clínicos con estatinas en mayores
El estudio liderado por Orkaby concluye, además, que
los beneficios de las estatinas eran palpables incluso en aquellos hombres mayores de 90 años, así como los que sufrían de otras condiciones como la demencia.
Para superar las limitaciones de este trabajo está en marcha un ensayo clínico randomizado, ‘
Staree’, que persigue el mismo objetivo: analizar el uso de estatinas exclusivamente en mayores de 75 años. “Va a aportar una información importante en esta línea”, afirma Fuentes. No obstante, y dada la evidencia que ha ido apareciendo en los últimos años, el internista apunta: “Aquellos compañeros que eran más reticentes a utilizarlas, ya no lo son”.
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