La
Cardiología española ha sido partícipe del último avance de la especialidad a nivel internacional, después de que
Elena Arbelo, cardióloga del Hospital Clínic de Barcelona y miembro de la Sociedad Española de Cardiología (
SEC), haya codirigido la
primera guía de práctica clínica sobre miocardiopatías. “Es la primera guía a nivel internacional sobre miocardiopatía, que
engloba a todos los subtipos que hay de enfermedades del miocardio más allá de la cardiopatía isquémica”, explica Arbelo en declaraciones a
Redacción Médica, asegurando que permitirá tratar los casos de manera personalizada.
Y es que, tal y como relata la facultativa, se trata del “primer intento” de englobar una forma de trabajar sobre los pacientes que padecen estas patologías, de manera que los sanitarios puedan realizar una “valoración estandarizada” que les ‘guíe’ hacia “un
manejo más personalizado”. Tal y como argumenta Arbelo, “siempre hay que pensar en la posibilidad” de que el paciente padezca una
miocardiopatía, por lo que todo
profesional sanitario debería trabajar bajo esa máxima.
Ese es, concretamente, uno de los “puntos principales” que defiende la guía. “Ante cualquier sospecha, lo primero que hay que hacer es caracterizar el sustrato mediante las técnicas de imagen para valorar las
funciones del corazón, y con eso clasificarlo en base a
cinco fenotipos de miocardiopatías: las hipertróficas, dilatadas, no dilatada del ventrículo izquierdo, retrogenia del ventrículo derecho y las restrictivas”, explica la facultativa.
Así, con la elaboración y presentación de esta
guía de práctica clínica en el cónclave de los cardiólogos europeos, España ha logrado dar un primer paso en el camino de la mejora de la
asistencia sanitaria de los pacientes que padecen miocardiopatías. Por lo tanto, el documento servirá como
referencia para la especialidad a nivel internacional.
Orientación genotípica en miocardiopatías
Otro de los mensajes que lanza este documento es la importancia de la
genética en estas enfermedades. Según señala la coautora, el personal sanitario debe especificar la
historia familiar completa del paciente para calcular el riesgo de sufrir la patología. Tal y como añade, el facultativo tiene que valorar hasta cuatro generaciones, ya que el estudio familiar “ayudará a caracterizar mejor la enfermedad” y conocer los familiares que pudieran estar “en riesgo” de padecerla.
Por otro lado, Arbelo detalla que la nueva guía recoge “muy bien” cuáles son
los signos de alerta característicos de cada miocardiopatía, por lo que sirve de “ayuda” para que el personal sanitario pueda llegar “a un
diagnóstico más preciso”, que le guiará, a su vez, “a un manejo personalizado” del caso.
Pero, para llegar a ese escenario, la facultativa señala la relevancia de llevar a cabo un trabajo “multidisciplinar y colaborativo” sobre esos pacientes. “Creemos que lo importante es una colaboración entre los diferentes niveles de cuidados, entre
Atención Primaria y Cardiología, coordinándose con los
centros con mayor grado de especialización”, añade.
Endocarditis y síndrome coronario agudo, nuevas guías
El congreso de los cardiólogos europeos también ha dejado nuevas guías de práctica clínica en otras cuatro enfermedades, de las que resaltan las de
endocarditis y
síndrome coronario agudo, puesto que en su elaboración también han participado facultativos españoles.
Victoria Delgado y
Borja Ibáñez han sido los coautores de las mismas, respectivamente. Ambas guías han sido una actualización de las que ya se publicaron en su momento, tal y como comenta Arbelo.
En esos dos casos, la especialista subraya que sus actualizaciones eran “conocidas y esperadas”, ya que suelen hacerse cada cuatro o cinco años. “Han definido de una forma más estructurada el qué hacer en caso de las
infecciones cardíacas”, incide Arbelo en referencia a la guía en endocarditis. Sin embargo, a pesar de ser documentos que la comunidad científica sabía que más pronto que tarde llegarían, la cardióloga española afirma que se trata de textos con una muy
buena acogida entre los profesionales de la especialidad.
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