La
Revista Española de Cardiología (REC) publicó en el mes de noviembre los últimos datos del
Registro Español de Trasplante Cardiaco, llevado a cabo por la Sección de Insuficiencia Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (
SEC). Los datos corresponden al año 2017 y ponen en evidencia que la actividad del
trasplante cardiaco en nuestro país
se estabiliza en alrededor de
300 procedimientos al año.
En 2017 se realizaron en España
304 trasplantes de corazón,
23 de ellos (el 7,6 por ciento) eran trasplantes
pediátricos; es decir, aquellos llevados a cabo en menores de 16 años. Además, aproximadamente tres de cada cuatro fueron en varones y, excluyendo a los pacientes pediátricos, la media de edad del receptor fue de
51,8 años. El 44 por ciento de los procedimientos se realizaron con carácter de
urgencia.
“El 97 por ciento fueron
primeros trasplantes, mientras que los retrasplantes y el trasplante combinado, fundamentalmente
cardiopulmonar y
cardiorrenal, representaron menos de un tres por ciento del total”, explica
Francisco González-Vílchez, firmante del último informe oficial hecho público por la Sección de Insuficiencia Cardiaca de la SEC. Estas cifras se mantienen aproximadamente
constantes desde 2008.
Registro Español de Trasplante Cardiaco (1984-2017). Tipo de procedimiento.
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En 2017 continuó aumentando la media de edad de los donantes, así como el porcentaje de
donantes mayores de 45 años, que representan casi el 60 por ciento del total. “El 54,9 por ciento de los donantes de corazón habían
fallecido por accidente cerebrovascular, cifra que aumentó en 2017; mientras que, por el contrario, disminuyeron las donaciones de fallecidos por traumatismo (17,4 por ciento) y de donantes en muerte cerebral con parada cardiaca previa a la donación (19,4 por ciento)”, detalla el cardiólogo.
Supervivencia y causas de fallecimiento
La supervivencia de los trasplantados de corazón también mejora, tanto en el primer año tras el procedimiento como la supervivencia más tardía. “La primera he mejorado un promedio de 2,5 puntos porcentuales y, más allá del primer año, la tasa de rechazo anual ha pasado del 2,2 al 1,6 por ciento”, indica
González-Vílchez.
La
edad del receptor es uno de los factores que más afecta a la
supervivencia. Los pacientes mayores de 60 años en el momento del trasplante muestran un aumento de la mortalidad del 70 por ciento, mientras que los de edad intermedia (entre 16 y 60 años) tienen un 30 por ciento más de
riesgo de muerte que los
pacientes pediátricos.
“El 32,6 por ciento de las muertes en el primer año tras el trasplante son por
fallo primario del injerto”, apunta el experto, quien aclara que “se trata de la primera causa de muerte, especialmente en el primer mes (43,5 por ciento), seguido por la
infección, que supone el 22,9 por ciento de los fallecimientos”.
Entre el primer y el quinto año de trasplante, las causas de muerte más frecuentes son la enfermedad vascular del
injerto/muerte súbita, en el 27,8 por ciento de los casos, y la
neoplasia, en el 21,1 por ciento.
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