Enfermeras,
trabajadoras sociales,
auxiliares de salud y cajeras son
las mujeres con peor salud cardiovascular. Y, dentro de las profesiones sanitarias, las
psiquiatras también se encuentran entre las profesionales con peor salud cardiaca. Así lo ha puesto de manifiesto una investigación preliminar que se va a presentar en las Sesiones Científicas 2019 de la
American Heart Association entre el 16 y el 18 de noviembre en Filadelfia (EEUU).
Los investigadores han analizado cómo varias profesiones están relacionadas con una peor salud del corazón entre
más de 65.000 mujeres posmenopáusicas, con una edad promedio de
63 años, en el estudio de la Women's Health Initiative.
Para ello han revisado las
20 ocupaciones más comunes y han clasificado a las participantes en base a las
7 métricas de salud cardiovascular de la American Heart Association, que incluyen cuatro hábitos de salud (
fumar,
peso,
actividad física y
nutrición) y tres factores de riesgo (
colesterol total, presión arterial y
azúcar en ayunas).
El estudio sugiere que la ocupación es un factor determinante de la salud cardiaca de las mujeres
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Casi el 13 por ciento de todas las participantes tenían una
salud cardiovascular deficiente, y varios trabajos comunes se han asociado con un mayor riesgo de una salud cardiovascular deficiente para las mujeres. Así, en comparación con las mujeres en otras ocupaciones, las trabajadoras sociales fueron 36 por ciento más propensas a tener una salud cardíaca deficiente; las cajeras minoristas, un 33 por ciento; y las mujeres en algunas funciones de atención de la salud tenían hasta un 16 por ciento más de probabilidades de tener una peor salud cardiaca, especialmente en las áreas de
Enfermería, Psiquiatría y de asistentes de atención domiciliaria. Concretamente, las enfermeras tituladas tenían un
14 por ciento más de riesgo de mala salud cardiovascular.
Por el contrario, los investigadores encontraron que las
agentes inmobiliarias y las agentes de ventas eran un 24 por ciento menos propensas y las administrativas han resultado un 11 por ciento menos propensas a tener una mala salud cardiovascular en comparación con las mujeres en otras ocupaciones.
Programas de salud específicos
Todos los análisis estadísticos se han ajustado por
edad, estado civil, educación y raza. El estudio ha ayudado a identificar ocupaciones específicas que podrían beneficiarse de los programas de salud en el lugar de trabajo para mejorar la salud cardiaca.
"Varias de las profesiones que tenían un alto riesgo de mala salud cardiovascular eran proveedores de atención sanitaria, como enfermeras y asistentes de salud a domicilio. Esto es sorprendente porque e
s probable que estas mujeres tengan más conocimientos sobre los factores de riesgo de salud cardiovascular", según el autor del estudio, Bede Nriagu, becario de investigación en Epidemiología y Bioestadística de la Facultad de salud pública Dornsife de la Universidad de Drexel en Filadelfia, Pensilvania.
"Interpretamos que esto significa que es importante
mirar más allá de los factores individuales, como el conocimiento de la salud, para comprender mejor el contexto de la atención de la salud y otros trabajos que tienen un impacto negativo en la salud cardiovascular de las mujeres", ha detallado.
De esta forma, el estudio sugiere que la ocupación es un factor determinante de la salud cardiaca de las mujeres, y los médicos podrían preguntar sobre la ocupación para
ayudar a identificar a las personas de alto riesgo, ha señalado Nriagu. Además, ha indicado que los resultados podrían usarse en
futuras investigaciones para examinar los riesgos de enfermedades cardiovasculares en mujeres que usan biomarcadores de exposición ocupacional y marcadores intermedios de efecto.
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