Las innovaciones y estudios relacionados con el
cáncer avanzan sin freno y en el
Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona se está potenciando el desarrollo de una
investigación conjunta pionera, dentro de la unidad de Cardio-oncología pediátrica
. El objetivo de este estudio es, tal y como explica en
Redacción Médica la oncóloga de la unidad,
Maite Gorostegui, "identificar de forma
precoz qué niños y adolescentes presentan un
perfil de riesgo cardiovascular".
En este aspecto, la oncóloga considera que se ha mejorado técnicamente, debido a que “hay exámenes de sangre que nos llegan a dar un indicador. Ahora, la pregunta es la siguiente: ‘¿
Es suficientemente precoz este diagnóstico?' Creemos que lo puede ser más todavía”.
El tratamiento del
cáncer pediátrico ha evolucionado favorablemente en las últimas décadas, y tal y como recuerda la oncóloga, “el
siglo XX termina con una
sobrevida espectacular, logrando que el 80 por ciento de los niños sobrevivan. Ahora, en pleno
siglo XXI, el objetivo es conservar el éxito, pero queremos
reducir al máximo las
toxicidades, que pueden aparecer en cualquier órgano. Las dos grandes toxicidades que se encuentran los oncólogos son el desarrollo de
neoplasias a largo plazo y la
cardiotoxicidad, la más relevante de todas. Puedes estar ya curado y la amenaza puede volver. Los esfuerzos que realizamos en el estudio es detectar estas
anomalías de manera precoz”.
"Las grandes toxicidades que nos encontramos son las neoplasias y la cardiotoxicidad"
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Gorostegui apunta que "en nuestra unidad de Cardio-oncología tenemos un proyecto en curso en el que medimos desde el
momento del diagnóstico compuestos muy pequeños provenientes del metabolismo celular en la sangre de nuestros pacientes, con el objetivo de poder detectar
cambios precoces, que impliquen mayor riesgo de desarrollar toxicidad cardiaca futura. A esta determinación se le conoce como
perfil metabolómico. ¿Podrán estos perfiles ayudarnos en determinar de manera más precoz el riesgo de los pacientes? ¿Ayudarán a individualizar aún más sus terapias? ¿Explicarán porque niños que reciben el mismo tratamiento no se compartan igual?". Estas son algunas de las preguntas que el estudio pretende responder.
Los primeros resultados, en un plazo de dos años
Así pues, la oncóloga de la Unidad de Cardio-oncología del Hospital Sant Joan de Déu afirma que “hoy en día contamos con herramientas muy difundidas y útiles para detectar el
daño cardiovascular como las
ecocardiografías y análisis de laboratorio. También conocemos el mecanismo de daño de muchas de las terapias que utilizamos como es el caso de las
antraciclinas y la
radioterapia, pero estamos empezando a descifrar el
mecanismo de toxicidad que tienen las nuevas terapias incorporadas a los tratamientos del cáncer infantil como es el caso de la inmunoterapia o de fármacos que se dirigen contra una diana molecular específica. El diagnóstico precoz de la cardiotoxicidad continúa siendo un desafío y al mejorarlo, podríamos intervenir con
fármacos o con
hábitos saludables antes de que establezcan daños más difíciles de tratar o irreversibes".
Por otra parte, la especialista nos recuerda que se tardará tiempo en poder analizar las concusiones del estudio: “Se trata de una investigación que apenas
acaba de empezar, y una muestra de sangre extraída a pacientes que han dado su consentimiento es enviada para lograr una
porción de metabolómica. Ya tenemos las muestras necesarias de los pacientes y ahora nos hace falta su
análisis. En julio de este año nos gustaría enviarlas a un laboratorio de Estados Unidos y en un
plazo de dos años vamos a tener una idea de los primeros resultados”.
"Tenemos las muestras necesarias y ahora nos hace falta su análisis"
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La unidad de Cardio-oncología ofrece un seguimiento personalizado
Desde el año 2020 que el Hospital Sant Joan de Déu cuenta con una unidad de Cardio-oncología pediátrica para analizar el estado de salud cardiovascular en el momento del diagnóstico, realizando un seguimiento personalizado hasta que los pacientes alcanzan la edad adulta.
Maite Gorostegui explica que “la novedad que se ha realizado en Sant Joan de Déu es la creación de una unidad pionera con el objetivo de que el
tratamiento y todo lo que involucre el
seguimiento de la evolución del niño sea de manera
individualizada”.
A continuación, Gorostegui ha detallado el funcionamiento de esta nueva unidad: “Cuando a un
niño lo diagnostican de cáncer, es frecuente que siempre se pida una ecocardiografía, que se evalúe… ahora, hay una unidad y eso hace que el
cardiólogo y el
oncólogo estén en permanente comunicación, realizando un
seguimiento de forma mucho más
individualizada hasta que el paciente entra en la vía adulta”.
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