"Lo ideal para tratar al paciente que sufre
shock cardiogénico es establecer una
estrategia nacional con centros de referencia que cuenten con un equipo especializado para su correcto abordaje". Así lo admite
Ana Viana Tejedor, vocal de la Asociación de Cardiopatía Isquémica y Cuidados Agudos Cardiovasculares de la Sociedad Española de Cardiología (
SEC), a
Redacción Médica quien, además, asegura que "
ya hay una estrategia en marcha". Un plan que, para su aplicación, debe contar con "
soporte político y económico a nivel nacional y comunitario".
Este tipo de
shock cardiogénico se da ante una situación clínica de
riesgo vital extremo que sucede cuando el
corazón es incapaz de bombear la cantidad necesaria de sangre requerida por el organismo, en la mayoría de los casos debido a un
infarto agudo de miocardio y que, de no revertirse de forma precoz, conduce a la
muerte del paciente.
En este sentido, según Viana Tejedor, “la organización de la atención al shock cardiogénico en
redes asistenciales demuestra claramente que disminuye la mortalidad, además de favorecer la equidad entre los pacientes, que pueden acceder a los mismos recursos". Esta estrategia debería establecer una serie de
hospitales de referencia que, además de contar con los dispositivos de asistencia circulatoria, como son el dispositivo de membrana de oxigenación extracorpórea (
ECMO) y el Impella, deben disponer de un Servicio de hemodinámica disponible 24 horas durante los siete días de la semana, de un servicio de Cirugía Cardíaca y de
Unidades de Cuidados Críticos Cardiológicos lideradas por cardiólogos especializados en cuidados agudos cardiovasculares".
En definitiva, la experta señala la “necesidad de una
estrategia a nivel nacional con una serie de
centros de referencia que cumplan los requisitos anteriormente señalados para poder atender de forma óptima a los
pacientes con shock cardiogénico”. Asimismo, añade que "cada comunidad autónoma debe adaptarse a las características propias del área sanitaria que atiende y de sus dimensiones, puesto que existen
comunidades autónomas pequeñas, donde podría ser suficiente con un centro de referencia en
shock cardiogénico y en cambio, en
comunidades autónomas de grandes dimensiones, se hacen necesarios varios centros de referencia en shock cardiogénico, que deben organizarse para poder atender a toda la población que sufre esta patología con una mortalidad cercana al 50 por ciento".
"Estas redes de hospitales tienen que organizarse de la mejor manera posible, para que el traslado se haga de forma rápida"
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Para que todo se lleve a cabo de forma óptima, "estas
redes de hospitales tienen que organizarse de la mejor manera posible, para que el traslado se haga de
forma rápida y todos y cada uno de los pacientes, independientemente del lugar donde residan, tengan la misma posibilidad de que se les atienda adecuadamente", añade Viana Tejedor.
En cuanto a los recursos materiales necesarios con los que deben contar estos
hospitales de referencia, Viana Tejedor explica que "el
balón de contrapulsación es un dispositivo que se queda corto para aquellos pacientes que ya sufren un
shock profundo, aunque es el dispositivo inicial que el cardiólogo pone al enfermo con un infarto extenso que empieza a inestabilizarse". En este sentido, "como es sencillo de poner, lo idóneo sería que los centros hospitalarios que no sean de referencia en shock cardiogénico, pero disponen de hemodinámica, contaran al menos con este dispositivo", añade.
Si el paciente evoluciona a un shock cardiogénico franco, Viana Tejedor recalca que "tanto el
ECMO como el
Impella deben estar presentes en todos los centros de referencia de shock cardiogénico, así como otros dispositivos de implante quirúrgico, como la
Levitronix Centrimag".
Financiación de Unidades móviles de shock cardiogénico
Otra de las propuestas que Viana Tejedor defiende y considera que debería estar presente en esta estrategia nacional es la "
financiación de Unidades móviles con un equipo especializado multidisciplinar para atender al paciente con shock cardiogénico".
La experta aclara que "se podrían organizar guardias formadas por un grupo de profesionales especializados para que estos pudieran ir a los
hospitales comarcales a implantar estos dispositivos". Esto es una necesidad, teniendo en cuenta, según Viana Tejedor, "la dificultad de trasladar al paciente desde un hospital comarcal al centro de referencia ya que, en muchas ocasiones, fallece durante el traslado al necesitar soporte circulatorio".
Este tipo de estrategias, conocidas como “
ECMO-team”, actualmente, no cuentan con una estructura nacional y son "los propios profesionales sanitarios quienes, de manera voluntaria y altruista, se desplazan para
implantar el ECMO al centro donde se encuentra el paciente, para su posterior traslado". Finalmente, Viana Tejedor defiende que "si se organizan estos equipos contando con un
soporte político y económico a nivel nacional y comunitario, lograremos que esta estrategia se implante de manera sólida, y que no sea dependiente únicamente de la buena voluntad de los profesionales", concluye.
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