Evitar el rechazo y alargar la supervivencia del órgano trasplantado a través de una terapia celular era algo impensable en la medicina hasta ahora. Sin embargo, tras siete años de investigación, los profesionales del Hospital Gregorio Marañon han logrado unos resultados preliminares que invitan al optimismo y apuntan hacia una
nueva era en los trasplantes de órganos.
“Tarde o temprano el órgano trasplantado es rechazado por el sistema inmunológico por lo que la mayoría duran menos de 20 años.
Con esta nueva tecnología podemos lograr que no se produzca ningún rechazo”, comenta
Rafael Correa Rocha, jefe del Laboratorio de Inmuno regulación Hospital Gregorio Marañon, quien ha presentado los resultados preliminares del estudio en compañía del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, y de la directora de la Organización Nacional de Trasplantes, Beatriz Domínguez.
El objetivo del proyecto es prolongar de forma indefinida la supervivencia del órgano trasplantado y la vida del paciente. Una meta que parece más cercana según los resultados preliminares de uno de los tres bebes que ya han recibido la pionera terapia y
tras nueve meses no ha mostrado ningún síntoma de rechazo al corazón que le fue trasplantado.
¿Cómo funciona la terapia de células T reguladoras?
La terapia se basa en la generación de
células T reguladoras extraídas del tejido tímico o timo, un órgano situado encima del corazón y que los cirujanos suelen extraer en los trasplantes de corazón. “En la infancia es muy activo y en la adolescencia reduce su tamaño y en los adultos casi desaparece”, explica Rocha. Estas células T reguladoras son las que reducen el efecto de las celulas defectoras y evitan el rechazo de los órganos.
Para el investigador madrileño lo realmente innovador ha sido acudir al origen de la formación de las células reguladores en lugar de extraerlas de la sangre. Además, se sorprendieron gratamente al ver cuantas se podían extraer del timo. “Lo sorprendente fue cuantas.
En un niño podemos extraer 2.000 células en sangre y en el timo hasta 10.000. Además, tienen una supervivencia y capacidad reguladora más potente que las de sangre”, explica.
"En un niño podemos extraer 2.000 células reguladoras en sangre y en el timo hasta 10.000"
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Una vez descubierto el origen de las células reguladoras y su posibilidad de extracción, los investigadores sometieron a tres bebes a la terapia. Para ello, cuando recibieron su corazón se recupero el tejido tímico se aislaron las células reguladoras y una vez el paciente está estabilizado a los 8-10 días se administran las células.
“Una niña de seis meses de edad fue trasplantada en noviembre, recuperamos el tejido tímico y a los siete días se le administraron las células. Nueve meses después tenemos los primeros resultados: Tras recibir la terapia
ha creado una reserva muy grande de células reguladoras y esta población se está conservando por lo tanto el equilibrio entre defectoras y reguladoras es mucho y esperamos que esto se mantenga así”, detalla Rocha.
¿Cuáles son los principales beneficios?
Estos resultados preliminares demuestran, según el investigador, que
se puede evitar el rechazo a un órgano trasplantado y alargar la supervivencia del irgento, evitando así que se tenga que realizar otro trasplante a los 15-20 años.
Además, se puede
conservar el tejido tímico para dar más dosis en etapas posteriores o incluso usarlo para otros pacientes. “A partir de un único timo se puede obtener cientos o miles de dosis para no solo utilizarla en el paciente del que proviene. Como las recogemos en su origen, las células no son reconocidas como extrañas. Podemos darle un uso alogénico, podemos coger células de un niño y gracias a la inmadurez de las células un paciente adulto no las rechazaría”, comenta Rocha.
"Hablamos de pacientes futuros sin terapia de inmunosupresión, lo que reduce los efectos secundarios"
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Para
Beatriz Domínguez, directora de la ONT en España, lo que promete este proyecto es a lo que tenemos que aspirar. “Debemos alcanzar la generación de tolerancia inmunológica. Que el nuevo órgano se mimetice con el sistema inmunológico
. Hablamos de pacientes futuros sin terapia de inmunosupresión, lo que reduce los efectos secundarios. Además, con esta terapia también se puede bajar la lista de trasplantes al no necesitar otro trasplante los que ya hayan recibido el primero”, comenta.
Por su parte,
Enrique Ruiz Escudero, ha calificado el avance como otro gran hito de la sanidad española alcanzado por profesionales de la sanidad madrileña y ha dado la enhorabuena a todo el equipo que lo ha hecho posible. “Asistimos a
un avance sin precedentes. Cada vez que digo que Madrid está a la vanguardia me refiero a investigaciones como esta. Debemos seguir apostando por la investigación médica”, ha recalcado.
El consejero de la Comunidad de Madrid también ha recordado que la región ha sid
o la comunidad con más trasplantes de corazón realizados en 2021, la mayoría en el Gregorio Marañon. “El confinamiento ha reducido el número de donaciones, pero Madrid nunca paró y estamos recuperando cifras similares anteriores a la pandemia. Perseguimos ese objetivo y para conseguirlo trabajamos en varios planes estratégicos en marcha”, ha explicado.
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