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El infarto aparece más tarde en la mujer, pero es más grave

Los médicos advierten de que su conciencia del riesgo es menor que en el hombre

Los cardiólogos advierten a la mujer añosa que acuda a urgencias ante la sospecha de infarto.

28 sep 2016. 18.10H
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POR REDACCIÓN
El infarto agudo de miocardio constituye la principal causa de mortalidad en España y, de forma tradicional, se ha considerado una enfermedad de hombres ya que, en la mujer, suele aparecer unos diez años más tarde; sin embargo, en ellas presenta una mortalidad más alta y un mayor riesgo de complicaciones en caso de supervivencia.

Así lo ha reconocido el jefe de Servicio de Cardiología del Hospital General de Villalba (Madrid), Felipe Navarro, con motivo de una jornada organizada por este centro por el Día Mundial del Corazón que se celebra este jueves.

“Si en los hombres la prevalencia del infarto suele comenzar a partir de los 40-50 años, en las mujeres a estas edades la incidencia del infarto es menor. Sin embargo cuando aparece, por encima de los 50-60 años, son más graves”, ha lamentado este experto.

El retraso en la aparición se debe a que los estrógenos actúan como “hormonas protectoras” hasta la menopausia pero, cuando ésta acaba, las mujeres pierden dicho 'escudo protector' y su incidencia supera incluso a la de los hombres ya que suelen acumular más factores de riesgo cardiovascular como diabetes o hipertensión arterial.

Síntomas enmascarados

Además, su gravedad a estas edades es también mayor ya que, entre otras cuestiones, los síntomas suelen ser menos claros que en el hombre, en quienes son más frecuentes el clásico dolor en el pecho que se va al cuello o al brazo izquierdo.

En mujeres, en cambio, estos síntomas son más raros y los infartos suelen ir precedidos de otros como fatiga o dolor en la tripa, lo que hace que “muchas no piensen que sea un infarto y acudan más tarde al hospital”.

“Esto hace que, de media, las mujeres tarden una hora más en acudir al hospital que los hombres. Y aunque la mayoría de pacientes no se mueren, porque la mortalidad anual de un paciente con un infarto está en torno al 5-6 por ciento, en mujeres es un poco más alta”, ha explicado Navarro.

El corazón queda más débil y la morbilidad es mayor

La consecuencia de este retraso diagnóstico es que el músculo cardiaco llega más deteriorado al haber estado sufriendo más tiempo sin un tratamiento, detalla este experto, lo que hace que en las mujeres supervivientes “el corazón quede más débil y sean más frecuentes los episodios de insuficiencia cardiaca”.

De hecho –ha precisado–, se estima que, por encima de los 65 años, la morbilidad de un infarto en una mujer es casi el doble que la de los hombres.
 
También se ha visto que hay diferencias por sexo en cuanto al tratamiento y tanto la cirugía de ‘bypass’ como los cateterismos para poner un ‘stent’ dan peores resultados en mujeres. Los motivos no están del todo claros, ha reconocido Navarro, que cree que una de las causas podría ser que suelen tener arterias más pequeñas que los hombres.

“Con estos datos, es necesario alertar a la población femenina de que, aunque los síntomas pudieran no parecer un infarto, tampoco hay que dejar acudir a los servicios de Urgencias si presentan cualquier molestia, ya que las complicaciones serán mayores”, ha defendido.

Además, ha insistido en la necesidad de “incidir más en la prevención” ya que se trata de la medida más coste-efectiva para combatir ésta y otras enfermedades cardiovasculares, y celebra los resultados positivos logrados en los últimos años en la lucha contra el tabaquismo en España, que en los próximos años tendrán su repercusión en la enfermedad cardiovascular. 

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